Mediante una conducta inmoral y falta de ética el Dr. Alfonso Pedraza Aguilera, continúa defendiendo lo indefendible. Nos afectó a Francisco Contreras y a mí actuando con imprevisibilidad, nos dejo un catéter en la rodilla y nos envió nuestro domicilio, debiendo según la Lex Artis de la Medicina, retirar el catéter intra hospitalariamente. CESAMED dictamino y estableció Negligencia médica. El juez Penal Numero uno en Puebla, (proceso 149/2010) dicto auto de formal prisión contra el médico negligente, por delito el delito de lesiones a titulo de culpa.
El médico denunciado solicito amparo contra la formal prisión que le fue sobreseído, ante lo cual el juez penal ordeno su aprensión. Nuevamente el inmoral medico se amparó, otorgando el amparo por el juez décimo primero de distrito ( proceso 139/2011), únicamente para que el Ministerio Publico cumpla con la obligación que omitió de ordenar la mediación entre el ofensor y el agraviado, para que el litigio se solucione sin llegar a la sanción punitiva contra el médico.
El amparo aunque se supone defiende imparcialmente el derecho de los ciudadanos , deja ver un acto de justicia inentendible, si se considera que mi averiguación previa fue atendida por seis Ministerios Públicos y todos omitieron el proceso de medicación contemplado por el Código de Defensa Social que el juez observo.
Para el agraviado, transcurrieron ya cinco años sin que un servidor público encargado de atender la averiguación previa, cumpliera su obligación de ordenar el proceso de mediación. El acto jurídico, beneficia al infractor de las normas oficiales mexicanas en materia sanitaria, y al infractor del Código de Defensa Social del Estado de Puebla.
La impunidad se ve favorecida nuevamente por el sistema judicial. ¿Cuánto tiempo deberá transcurrir para que la justicia se deshaga de la venda que cubre sus ojos?. ¿Ésta es la justicia que pregonan quienes están encargados de impartirla?, ¿protegiendo a un medico de sus errores la Autoridad judicial y Sanitaria, pretenden ser garantes de justicia para la ciudadanía?
El tiempo transcurre y el ortopedista Alfonso Pedraza Aguilera continua depredando la Ética y Moral del gremio médico, con soberbia y artilugios legales se beneficia de la impunidad que le brindan quienes dictaminan que el delito del médico no es grave y según su derecho debió pasar por un proceso de mediación en el Ministerio Publico.
Lo anterior me obliga a preguntar: ¿y mi derecho donde queda? ¿Debo sufrir como agraviado la ofensa legal de tener que seguir perdiendo tiempo para que se repare el daño que me dejo lisiado de por vida?. ¿El juez que tuvo en sus manos el amparo solicitado por mi ofensor, considero que seis agentes omitieron un artículo contemplado por la ley?
Esto raya en una especie de telenovela, por lo tanto; no se pierdan el siguiente capítulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.