La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

25 de noviembre de 2011

"Tenemos que pelear por los niños como sea"


 Por  Rosa Biot
Alicante.- 25/11/2011. El asesinato de Mireia fue un mazazo. No había denuncias por malos tratos entre la pareja. La familia sabía que quería separarse, pero poco nada más. 
Y Mireia a menudo expresaba su deseo de "darle otra oportunidad" porque sufría por sus hijos. "Más buena era imposible. Era todo corazón", asegura la familia. La joven había perdido su empleo tras nacer su hija pequeña. Trabajaba en lo que le salía y acababa de terminar "con muy buena nota" un curso oficial de repostería en Alicante. "Tenía mucha mano para la cocina", destaca la familia. Su ilusión, de hecho, era montar algún negocio. Y aunque últimamente iba corta de dinero, "lo poco que tenía lo daba. Era superbondadosa".
En la casa donde murió Mireia aún son visibles las huellas del fuego que originó su verdugo. La techumbre del ático permanece ahumada y maltrecha. Es el recuerdo de lo ocurrido más explícito para los vecinos de esta localidad alicantina. Mientras, y tras pasar por el Hospital de San Juan, el agresor fue enviado a la prisión de Fontcalent a la espera de juicio. La causa, en fase de diligencias previas, está abierta por asesinato y violencia de género y la instruye el juzgado número 4 de San Vicent del Raspeig. Tiene medidas de alejamiento de sus hijos y también perdió la tutela de los dos pequeños, ahora y de manera provisional en manos de los abuelos maternos. La Generalitat Valenciana no ve ninguna objeción a la petición de la familia materna de mantener la custodia de los pequeños y asegura que acabará dando luz verde al expediente.

 

REPORTAJE: Día Internacional contra la Violencia de Género. Publicado por EL PAIS

"Nadie se ha disculpado por haber negado a mi hija la teleasistencia"




La amenaza a Susana G, asesinada en Málaga, fue catalogada de bajo riesgo


Por Fernando J. Pérez


Málaga.-25-Nov-2011Guadalupe, de 62 años, perdió a su hija Susana el 15 de febrero. Aquella mañana, la mujer, de 37 años, dejó su hija, que ahora tiene seis, en su colegio de la barriada de El Palo. De vuelta a casa, su exesposo, José, que tenía una orden de alejamiento, la asaltó con un hacha y un cuchillo. Susana murió en el acto.
Este caso seguramente hubiera sido uno más en la tremenda estadística de las muertes por violencia machista de no mediar una circunstancia que lo hace, si cabe, más trágico. Susana había solicitado el servicio de protección por telasistencia, una ayuda que tal vez no le hubiera salvado la vida, pero que habría permitido seguir más de cerca su caso. Sin embargo, el teléfono móvil con "botón del pánico" le fue denegado. El Cuerpo Nacional de Policía catalogó su caso como de "riesgo bajo".
El asesinato de Susana derivó entonces en un agrio cruce de acusaciones entre el Ayuntamiento de Málaga y el extinto Ministerio de Igualdad. Los servicios sociales municipales aseguraban que habían pedido que se concediera a la mujer el dispositivo de teleasistencia con carácter urgente. Por su parte, el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, devolvió la pelota al consistorio al afirmar que este no "cumplimentó correctamente" la solicitud de protección.
Nueve meses después del asesinato de su hija, Guadalupe, viuda desde hace 14 años, se ha hecho cargo del cuidado de su nieta. "Esto es muy duro de llevar. Buscar una explicación es como darse cabezazos contra un muro. Menos mal que está la niña y se lucha por ella. Ella es lo que me mantiene en pie y, como soy creyente, supongo que alguna ayuda de mi hija tendré", afirma. La menor está llevando la ausencia de su madre "demasiado bien", cuenta la abuela. "Está contenta, feliz, muy apoyada y arropada por la familia. Ella es la que nos hace tirar para adelante".
Guadalupe teme el día en que la niña comience a hacerle preguntas sobre Susana. "La niña querrá saber y tendré que pedir ayuda psicológica para saber qué contestarle. Yo no sé qué explicarle". A través de los servicios sociales, la abuela ya ha pedido asistencia para la menor. En cuanto al cúmulo de fallos que dejaron a su hija sin teleasistencia, Guadalupe sigue sin respuestas. "Nadie me ha pedido disculpas ni me ha dado”. 

REPORTAJE: Día Internacional contra la Violencia de Género. Publicado por EL PAIS

"No la mató a ella, nos mató a todos"


Cuatro familiares de Lucía Montes, apuñalada a los 47 años, retratan el dolor de las víctimas de la violencia machista - Solo tuvo dos semanas para disfrutar de su nieto



Por Ángeles Lucas

Sevilla. 25.Nov.2011"Cobardes, cobardes de mierda, que las matan a traición. No tienen la dicha de ir a arreglar las cosas. Si quieres algo, pídelo, pero no te lleves a mi niña, que le has robado media vida. Cualquier cosa yo te doy, pero no la acorrales". Ana García, de 74 años, estalla al recordar a su hija. Lucía Montes murió con 47 años, asesinada de 15 puñaladas por su expareja el 19 de septiembre en la estación de tren de su pueblo, Lora del Río (Sevilla).

Violencia contra las mujeres

Lucha contra el maltrato

"No somos de nadie. Por muchas veces que te pida perdón, no caigas"
En una casa pequeña, fría, modesta, lejos del centro, casi en un polígono, más allá de una gasolinera de las afueras, está la vivienda de Ana García. Ahí, frente a una estufa eléctrica, relatan su dolor cuatro mujeres que rodeaban la vida de Lucía: sus dos hijas, que tuvo con un exmarido, su madre y una de sus hermanas.
Viven atormentadas por los condicionales: "¿qué podríamos haber hecho para poder evitarlo?" A la madre de Lucía le queda un corazón con tres operaciones y una hija de menos. Delira al preguntar: ¿por qué no la llevasteis a la sierra y la metisteis en un agujero? Ahí no la encontraría".
Son preguntas sin respuesta. No encuentran razones ni justificaciones que las calmen. "¿Cómo la mano del hombre puede cegar tantas cosas a la vez? ¿Cómo nos arrancamos esta pena tan grande?", se pregunta su hermana Carmen. "No solo han asesinado a una persona. ¡La de ilusiones y proyectos que se ha llevado! ¡Nos ha matado a todos en vida! Tenemos miedo".
La hija pequeña de Lucía, que lleva su mismo nombre, cumplió los 18 años y siempre iba con su madre en coche a recoger aceitunas. "Ahora no me puede llevar, no puedo trabajar", dice la hija, que aún sigue en tratamiento psicológico. "¡No voy a ver a mi madre nunca más porque él se ha cruzado en su camino! ¡No me ha dado tiempo ni de despedirme! Me la ha quitado."
La hija mayor, Setefilla, se ha quedado sin abuela para su bebé. "No puedo amamantarle bien. Nació 15 días antes de que mataran a mi madre y del disgusto no siempre baja leche. Por si acaso, solo tomo valerianas y tila". Los llantos del pequeño la mantienen en duermevela, pero las pesadillas la martillean. "Mi madre estaba contentísima con mi niño, decía que ya lo tenía todo para ser feliz".
Las manos en la cara, las miradas perdidas, las cabezas bajas, el silencio, el llanto, la ira. "Queremos la cadena perpetua. ¿Cuándo va a pagar la lacra que ha dejado? Nunca está pagada la muerte de una mujer", dicen casi al unísono.
El agresor, que tenía antecedentes por violencia de género, mantuvo una relación de casi nueve años con Lucía. "Pero cortaron meses antes", asegura Carmen, que fue a reconocer el cadáver a esa estación que no es capaz de volver a pisar. "El criminal le dio hasta 15 puñaladas, y después se entregó a la Guardia Civil. Por eso le rebajan cinco años (...) Esto es una pesadilla de esas que ves en la tele. Después de asesinar a mi hermana fue a su casa, se duchó, se despidió de su madre y se fue al cuartel a inculparse. Hasta al perro lo dejó a buen recaudo", cuenta.
Y quedan más víctimas por el camino. "Su madre y su hermano vinieron a darme el pésame. Yo les recibí en mi casa", cuenta García sin dilación.
Sus hijas confiesan que el asesinato ha hecho que no puedan confiar en ningún hombre, ni siquiera en sus parejas. "Si se lo han hecho a nuestra madre, nos lo pueden hacer a nosotras". "Yo fui con ella a poner la denuncia, pero no la ratificó porque le dio pena", cuenta la pequeña.
Y aprovechan para lanzar un aviso a otras mujeres. "No somos propiedad de nadie. A la más mínima que te sientas humillada, no lo aguantes. Por muchas veces que te diga perdóname, no caigas". "Y si él siente esos instintos, que vaya al psicólogo, o que se mate", dicen con rabia. Setefilla se anima a proponer un mayor esfuerzo en labores de concienciación. "Tenían que estudiar en el colegio derechos humanos e igualdad".
La salita ha entrado poco a poco en calor. Ana García toquetea nerviosa sus anillos. "Y yo, como una gilipollas, cosiéndole los bajos de los pantalones al asesino", termina diciéndose a sí misma con un hilo de voz.

Las vidas robadas por el machismo en 2011

- Enero. Ana María Sánchez, 49 años, y su hijo Carlos, de 16 años (Torrecaballeros, Segovia). W.L. (china), 29 años (Granada). Carmen, 54 años (Fuenlabrada, Madrid). Lady Yeni P. A. (cubana), 34 años (Los Belones, Murcia). J. A. A. (origen colombiano), 53 años (Puerto del Rosario, Fuerteventura). María Jesús Rufas, 74 años (Calviá, Mallorca).Ramona Martínez, 44 años (Villacarrillo, Jaén). J. M. M., 43 años (Campo de Criptana, Ciudad Real).
- Febrero. C. T., 46 años, y su hijo, A. M. C., 22 años (Roquetas de Mar, Almería).Identidad desconocida (dominicana), 30 años, (Barcelona). Susana G., 37 años (Málaga). Montserrat M., 44 años (Reus, Tarragona). Carlin Ruiz (boliviana), 34 años (Valencia).
- Marzo. Marilyn Wilson (de origen inglés), 52 años (Fuente el Saz de Jarama, Madrid). N. C. C., 62 años (Granada). P. A. V., 44 años (Torre del Campo, Jaén).
- Abril. Yanela Z. C., (ecuatoriana), 22 años (Laguna de la Morea, Navarra). Viorela Alexandra Moldovan, (rumana), 19 años (Torrejón de Ardoz, Madrid). Mireia Roma Blasco, 29 años (Mutxamel, Alicante). Identidad desconocida (Santa Coloma de Gramenet, Barcelona).
- Mayo. Cándida Serrano, 71 años (Bescanó, Girona). Marisol Consuelo, 40 años (Madrid). A. E. L., 30 años (Almería). Gloria G., 19 años (Noia, A Coruña). Identidad desconocida (ecuatoriana), 29 años (Córdoba). Rosa G. M., 28 años (Tabernas, Almería).Maren Mendía Blanco Canales, 41 años (Móstoles, Madrid). José Marqués, 36 años,Roberto Brugos, 33 años y Manuel Á. Brugos, 61 años (Asturias).
- Junio. Inés Álvarez S., 64 años (Valdecuna, Asturias). Identidad desconocida, 82 años (Museros, Valencia). Identidad desconocida, 31 años (Durango, Bizkaia).
- Julio. Rosario Román, 55 años (Hernani, Gipuzkoa). A. P. C. T., 28 años (Zaragoza). E. C. S. (boliviano), 29 años (Barcelona). Julia Figueroa P. (boliviana), 30 años (Chiva, Valencia). Mónica C. R., 18 años (Otura, Granada).
- Agosto. Fructuosa López (Madrid). Rosa María Torres, 31 años (Castellbisbal, Barcelona). Giovanna Silva da Faria (brasileña), 38 años (Madrid). Daisy Mendoza(origen ecuatoriano), 36 años (Bilbao). Caridad E. P., 75 años, (Murcia). I. V. S., 49 años, (Burgos).
- Septiembre. Esther Ortí J., 47 años (Vinarós, Castellón). Lucía M., 47 años (Lora del Río, Sevilla). Clementina M. G., 38 años (Arona, Tenerife). C. F. L., 71 años (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz). Mina (marroquí), 39 años (Puçol, Valencia). Salud García, 41 años (La Puebla de Vícar, Almería).
- Octubre. Identidad desconocida (belga), 78 años (Calpe, Alicante). Cristina González Sauca, 39 años (Vigo, Pontevedra). Identidad desconocida (italiana), 37 años (Tías, Lanzarote). A. C. G., 29 años (Avilés, Asturias). Eunice Agbontaen (nigeriana), 38 años (Girona). Nuria Orol Sarabia, 24 años (Puerto de Andratx, Mallorca).
- Noviembre. Sabrina Cortés Carpintero (brasileña), 29 años (Alcorcón, Madrid).

REPORTAJE: Día Internacional contra la Violencia de Género. Publicado por EL PAIS

2.700 ideas contra la violencia machista



EL PAÍS


Un concurso internacional premia carteles para concienciar contra las agresiones a mujeres.-La reina Sofía ha entregado el galardón esta tarde a una diseñadora danesa
Descripción: http://www.elpais.com/im/ico_separador_horizontal.gif

Sí, en Europa también. La violencia contra las mujeres es una plaga en países ricos y pobres: afecta a una de cada tres en el mundo, según la ONU. De ahí que su Centro Regional de Información para Europa Occidental (UNRIC), con la colaboración de ONU Mujeres, haya puesto en marcha un concurso de carteles para denunciar el problema. La reina Sofía ha entregado esta tarde en el Caixafórum madrileño el premio a la ganadora, la diseñadora danesa Trine Sejthen.
"Quiero que la gente piense que esta mujer podría ser cualquiera, no se puede saber si es rica o pobre, podría ser tu hermana, una amiga o alguien que se sienta a tu lado en el autobús", dice la ganadora. Y sí, así es. Los datos indican, por ejemplo, que Noruega rivaliza con sus vecinos nórdicos por el título mundial del país con mayor igualdad entre los sexos, pero parece -según indica la periodista Katrin Benhold, en The New York Times- que esta equidad se acaba en al puerta del dormitorio.
Benhold cita que en Escandinavia la violencia sexual contra las mujeres comparte características propias de sociedades más desiguales: es demasiado habitual y rara vez se denuncia, y es aún más raro que quienes la cometen sean condenados. Los antiguos prejuicios sobre las prerrogativas masculinas y las suposiciones modernas sobre la emancipación femenina conspiran para erigir un muro de silencio, vergüenza y ambigüedad legal.
Una de cada 10 mujeres noruegas de más de 15 años ha sido violada, según la organización para mujeres más grande del país, el Movimiento Refugio, cita la reportera del rotativo neoyorquino. Pero al menos el 80% de esas violaciones no llega a denunciarse oficialmente, y solo el 10% de los casos termina con una condena, según el Ministerio de Justicia.
Al concurso, titulado Di no a la violencia contra las mujeres se han presentado más de 2.700 carteles procedentes de 40 países. Una selección se exhibirá en exposiciones en distintos países, como Dinamarca, Francia o Rusia.

EL PAÍS | Madrid 24/11/2011