El doctor Manuel Lara y Parra ingresó al Colegio del Estado en 1923. Desde un principio se dio cuenta de que era necesario transformar la enseñanza superior que allí se impartía. Por lo que participó en un mitin estudiantil que se realizó para pedir aumento de subsidio. Estaba enfrente de las oficinas del Palacio de gobierno, la respuesta del mandatario de Claudio N. Tirado, impotente para satisfacer las demandas de la educación superior, pero también para oír a la juventud, fue mandarles a la policía montada que dispersó el mitin con lujo de violencia. Hecho que se le quedó muy grabado, pero lejos de desanimarlo, incrementó su deseo de participar en la lucha por el cambio.
El 14 de abril de 1937, el Colegio del Estado cambió su nombre por el de Universidad de Puebla. , Ya como docente, Lara y Parra en noviembre de 1956, fue testigo de cómo se concedía la autonomía a la institución que, en adelante, se llamaría Universidad Autónoma de Puebla. Pero el cambio anhelado tampoco se vislumbró. El Consejo de Honor tendría como facultades nombrar al rector, verificando una auscultación entre los miembros de la comunidad universitaria, y nombraría también a los directores de las escuelas, institutos y departamentos. Al Consejo Universitario, que debería ser una institución representativa de la misma comunidad, se le concedía la facultad de proponer al Consejo de Honor la terna para el nombramiento de rector de la institución. El primer rector fue designado, el nombramiento recayó en el doctor Manuel Santillana Márquez, quien había sido un buen estudiante y estimado profesionista dentro de la sociedad poblana. Sus nexos de parentesco con el arzobispo, don Octaviano Márquez y Toriz, eran tomados por el estudiantado como circunstancia especial.
La matrícula se disparó a la universidad ingresaron más de los estudiantes esperados. Llegaron de escuelas privadas confesionales y de instituciones públicas. Muy pronto las diferencias ideológicas se hicieron presente formando dos bandos: l conservadores y liberales. Al final de 1960, los estudiantes católicos iniciaron abiertamente su propaganda en favor de su credo religioso, preocupando así a la inmensa mayoría de jóvenes liberales que, desde tiempo atrás, habían iniciado también su lucha por una educación laica. Por un lado, los muchachos que se decían católicos y que se reunían frecuentemente decidieron llamar a su grupo Frente Universitario Anticomunista cuyas siglas serían FUA. Los liberales conformaron el bando de Reforma Universitaria. El encono no se hizo esperar.
Mientras que los cambios académicos fueron pobres, si no es que nulos, logrando apenas algunas modificaciones administrativas. La Ley Orgánica, que daba la autonomía a la universidad no fue reglamentada. Las actividades docentes se verificaban bajo los ordenamientos del reglamento del antiguo Colegio del Estado elaborado a principios del siglo XX. Reforma Universitaria era un imperativo.
Lara y Parra es testigo de como el movimiento de Reforma Universitaria empezó a ser denostado el FUA, asegurando que era solamente una bandera para traer a México el comunismo. Los enfrentamientos entre los dos bloques eran constantes. La situación rebasó al rector, Armando Guerra. Los acontecimientos se desarrollan vertiginosamente, cae el rector, se nombra por aclamación a Julio Glokner rector, que nunca es reconocido oficialmente, hay rectores interinos. La lucha sige
El 5 de abril de 1963 es nombrado Rector de la UAP, con 5 millones de pesos para ese año, debe hacer realidad los postulados de la Reforma Universitaria. Haya más de 7 mil alumnos inscritos y el gobierno estatal anuncia su decisión de no aumentar el subsidio. Por gestiones personales Manuel Lara Y Parra logra que el presidente de la república le aumente un millón de pesos con lo que se construye un nuevo edificio de la escuela de Medicina. En su rectorado de inicia la construcción de Ciudad Universitaria. Hay edificios nuevos para Enfermería y Se construye un inmueble para la escuela preparatoria Benito Juárez. Se insttituye servicio social en medicina.Se funda escuela de Filosofía y Letras
Pero es bajo su rectorado cuando la universidad vive uno de sus capítulos más memorables, conocido como el movimiento de los lecheros, apoyado por universitarios que son reprimidos por el gobierno, el triunfo del movimiento trae consigo la caída del gobernador Nava castillo.” Era la primera vez que la universidad y la ciudadanía lograban una acción conjunta de tan elevada significación”, recuerda Lara y Parra. La fiesta es encabezada por el rector de la UAP. La posición de Lara y Parra hizo que se le conociera como el rector de la dignidad, pero los conservadores lo vincularon con “los comunistas”, factura que le cobrarían, exigiéndole inexplicablemente la renuncia al cargo el 2 de septiembre de 1965.
El Rector de la dignidad dejó la rectoría, congruente con lo que dijo un día: “sólo me retirare cuando juzgue que mi actitud pueda ser indigna”. Nunca luchare por causas innobles y egoístas”.
Manuel Lara y Parra, hombre fundamental para que la Benemérita Universidad de Puebla, sea lo que ha sido y será.
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