La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

17 de mayo de 2011

La primera de la familia en no querer ser mamá

Laura decidió con su pareja no tener hijos 
Por Guadalupe Cruz Jaimes

México, DF, 17 may 11 (CIMAC).- “Cuando me casé, sentía que era muy violento decir que no quería tener hijos, al principio mi esposo y yo decidimos que esperaríamos un tiempo. Y después acordamos que sería definitivo (no tenerlos). Fue una decisión difícil”, relata Laura, de 35 años de edad.   
“Los primeros dos o tres años de mi matrimonio sufrí mucha presión de mi familia y social: me decían que estaba a buen tiempo de embarazarme. Llegué a pensar que era inevitable, que en cualquier momento iba a estar con un bebé y eso me iba a privar de las cosas que me gustaban de mi vida”, confía la mujer, dedicada a la venta de automóviles.   
Originaria de Lerma, Estado de México, Laura argumenta: “lo que ha pasado conmigo es que no he tenido ganas de tener hijos, o por lo menos es lo que me explico a nivel consciente”.  
Ella y su pareja han hablado “poco” al respecto. “Cuando comenzamos a vivir juntos, nuestros empleos apenas nos permitían subsistir y decidimos esperar, luego comenzamos a subir de puesto y a tener más comodidades, pero surgieron otras aspiraciones. Hasta que me di cuenta de que nunca me iban a dar ganas”. 
Pasó el tiempo y tomaron la decisión de no tener hijos, la cual se reafirmó “al ver lo que se espera en un futuro para los niños. Entonces decidí que no, que no iba a tener hijos y él también”. 
Laura es la primera mujer de su familia que tomó esa decisión. Dice sentirse contenta con su determinación.  
Para ella, “la maternidad no me parece atractiva, creo que es una gran responsabilidad y al mismo tiempo una atadura”. 
Por su experiencia de vida, ya que como hija mayor cuidó de sus hermanas, “sé que la preocupación por la vida de otro ser humano no es algo con lo que cargas siempre”. Y esa situación “te limita, eliges un camino pensando en otras personas y no en ti”.  
Cuando Laura tenía 11 años de edad sus padres se separaron y ella y sus dos hermanas se quedaron con su madre. Desde entonces se hizo cargo de Fabiola y Alejandra, de cuatro y seis años de edad, pues su mamá comenzó a trabajar. 
“Las cuide hasta que ellas cumplieron 15 y 17 años, yo tenía 22”, pero “mientras estuve las ayudé en sus tareas, iba a las juntas de padres, les preparaba de comer, las llevaba a la escuela, jugaba con ellas, las regañaba, todo”.  
“Creo que esa experiencia me marcó; siento que viví una especie de maternidad temprana y forzada”, señala. 
Laura tiene gratos y duros recuerdos de la crianza de sus hermanas. “Estar a cargo de las niñas me permitió disfrutarlas mucho, pero también sufrí cosas que no me tocaban. Viví momentos de mucha angustia; recuerdo una vez que se me perdieron en un mercado y cuando la más chiquita se me cayó de las escaleras fue terrible, porque yo apenas tenía 14 ó 15 años de edad, era demasiado para mí”, relata.  
“Tal vez mi historia tenga que ver con que no se me antoje tener hijos y prefiera una vida distinta, no porque sea mejor o peor a la que viven las mamás, sino porque es la que yo quiero”, concluye.
11/GCJ/RMB/LGL

Ningún pacto hasta que se proteja a las mujeres: OSC

Rechazan diálogo con gobiernos federal y de Chihuahua
 
Por Gladis Torres Ruiz 
 

México, DF, 17 may 11 (CIMAC).- Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) de Ciudad Juárez insistieron que en la firma del Pacto por la Paz, programada para el próximo 10 de junio en la localidad fronteriza, no deben participar los gobiernos federal y estatal, ya que no se puede acordar nada con los que no protegen la vida de las y los ciudadanos.
“Nos oponemos a todo diálogo con el gobierno en Ciudad Juárez, en Morelos, o en cualquier punto del país, en tanto no existan garantías para el mismo, y los militares continúen en las calles”, dijeron en un comunicado el Centro de Pastoral Obrera y el Frente Plural Ciudadano, el cual aglutina a diversas agrupaciones civiles de esa ciudad, entre ellas Nuestras Hijas de Regreso a Casa. 
Les pedimos escuchar, comprender y acoger el clamor y la realidad de una ciudad que ha vivido la injusticia sistemática del feminicidio, la desaparición de mujeres y una justicia aún pendiente, advirtieron. 
Las OSC afirmaron: “nuestra experiencia propia y la historia nos han enseñado que con el gobierno no se pacta”. 
Citaron como ejemplo el caso de Chiapas y los acuerdos de San Andrés que aun pactados fueron incumplidos. Agregaron que la misma suerte ha seguido la sentencia de la Corte Interamericana de Derecho Humanos (CoIDH) por el feminicidio en Campo Algodonero, la cual, a pesar de su peso moral y la obligación de México como parte de la comunidad internacional, no se ha cumplido. 
A ello se suma el reciente y  rotundo fracaso de los 100 puntos y 100 días del programa federal “Todos Somos Juárez”, y agregaron que a pesar del Operativo Conjunto Chihuahua y la Operación Coordinada Chihuahua los asesinatos continúan y quedan impunes.  
En entrevista con Cimacnoticias, Luz Estela Castro, directora del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres de Chihuahua (Cedehm), consideró que el Pacto que surgió de la Marcha Nacional por la Justicia con Paz y Dignidad –que culminó el pasado 8 de mayo con un mitin en la Ciudad de México– debe realizarse sólo entre la sociedad civil. 
“No podemos hacer más pactos con el gobierno, el Presidente ya vino a firmar el Plan Juárez en 2010. ¿Para qué vamos a firmar otro cuando no se ha cumplido? No es lo conveniente. No tiene sentido”, afirmó la activista. Y agregó que es el gobierno quien debe dar respuesta a las exigencias de la ciudadanía.  
Con todo, las OSC se solidarizaron con la iniciativa del poeta y columnista Javier Sicilia, ya que su dolor personal dio dimensión social y nacional de los asesinatos de todos y todas las hijas, madres, padres, hermanas, hermanas, amigas y amigos, quienes son víctimas de la guerra de Felipe Calderón contra el crimen organizado. 
Las organizaciones agradecieron que la comunidad nacional vuelva su rostro a Juárez y que la firma de un pacto se realice en su ciudad, toda vez que coinciden en los seis puntos que propone el pacto, entre ellos, verdad y justicia, poner fin a la estrategia de guerra, combatir la corrupción y la impunidad, atención de emergencia a la juventud, y acciones efectivas de recuperación del tejido social. 
Expresaron su rechazo rotundo a la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, que establecería legamente la militarización del país. Apuntaron que la desmilitarización del país es una exigencia que no tiene margen de negociación, toda vez que de eso depende el alto a la sangre que se derrama a diario en cada calle y ciudad del país. 
Finalmente invitaron a la ciudadanía a unirse, dialogar y reforzar el gran Movimiento Ciudadano Nacional, para “seguir exigiendo justicia con paz, dignidad, trabajo, y un alto a la sangre, con la exigencia de  la acción inmediata de un gobierno que trabaje para las y los gobernados y si no puede, que renuncie”. 
11/GTR/RMB/LGL