La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

24 de julio de 2013

Turismo feminicida


 Por Silvia Núñez Esquer


Algo muy grave está pasando en Sonora y en Hermosillo en particular. Priscilla Carolina Hernández Guerra era una joven de 22 años que ingresaría a la Universidad en agosto a estudiar Comunicación.

Previo a sus estudios universitarios decidió trasladarse a Estados Unidos para mejorar su conocimiento del idioma Inglés. Para cumplir ese objetivo viajó a Dallas, Texas para trabajar como niñera por un año, mientras estudiaba el inglés. Ahí residía con la familia contratante cuidando a sus pequeños.

Priscilla era bella, estudiosa, trabajadora, buena hija.

En su estancia en esa ciudad norteamericana conoció por internet a quien después se convertiría en su novio Singh Siddarth. El joven de origen indio, residente de Estados Unidos, cayó en terreno fértil pues Priscilla se enamoró y no dudó en convertirse en su pareja.

En plenitud de la vida, Priscilla Carolina era muy bella, simpática, amigable, trabajadora y servicial. Así la describe su padre Jorge Hernández, quien abatido por la pérdida, nos narra cómo el viernes 19 de julio se percató con asombro que el Juez cuarto de lo penal, en primera instancia, Mario Alberto Granados Padilla, desestimó evidencias, indicios, y pruebas periciales, para reclasificar el crimen contra su hija de homicidio calificado con brutal ferocidad, tal como lo consignó el Agente del Ministerio Público del Poblado Miguel Alemán, a homicidio sin ninguna calificativa pues “no se pudo acreditar la brutal ferocidad”.
La joven encontró la muerte a manos de un individuo en el que confiaba, al que amaba, y con el que tenía serios planes para un futuro como pareja.

Por ser verano, y antes de que comenzaran las clases ella lo invitó a conocer a su familia en Hermosillo, y al llegar a la ciudad, casi de inmediato se trasladaron a la playa más cercana, Bahía de Kino, ubicada a 100 kilómetros de la capital de Sonora, en donde la aisló, la quiso obligar a sostener relaciones sexuales, a lo que ella se negó,  por lo que para someterla la atormentó y no le permitió hacer ninguna llamada.

Esto se sabe, pues ella intentó pedir auxilio a una de sus amigas para decirle que tenía problemas, siendo de inmediato cuando el novio le colgó el teléfono y ya no le permitió hablar, ni contestar cuando su amiga intentó devolver la llamada. “No vine desde tan lejos para no tener sexo”, fue una de las frases con que amenazó a Priscilla.

Originaria de Hermosillo, Sonora, y no de Cabo San Lucas, como han informado las autoridades, Priscilla Carolina recibió de su verdugo lesiones contuso cortantes en diferentes partes del cuerpo, y el médico legista determinó que la causa de su deceso fue asfixia por estrangulamiento, acción en la que fue sorprendido in fraganti el perpetrador del asesinato, cuando entraron los policías municipales al lugar de los hechos, ante un llamado de emergencia del dueño del lugar en donde se hospedaban pues había escuchado una pelea proveniente de la pareja.

“Los elementos policíacos encontraron en una de las habitaciones a Singh Siddharth en el  momento en que asfixiaba a la joven, por lo que de inmediato lo sometieron.  Al revisar a la víctima se percataron de que ésta se encontraba sin signos vitales y presentaba heridas contuso cortantes en diferentes partes del cuerpo”… “En el lugar de los hechos, el Agente del Ministerio Público del Fuero Común aseguró  una espátula con serrucho, un abrelatas y un tenedor, objetos con los que Singh Siddharth presuntamente le provocó las lesiones que sufrió  Priscila Carolina”, describe la nota de las autoridades.

A pesar de la narración detallada y de haber sido sorprendido asfixiando a su novia, el visitante está pidiendo privilegios. “Ya soltó 500 dólares para que le permitieran tener televisión en la celda”, denuncia Jorge Hernández.

Con preocupación, el padre dolido revela que un funcionario de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Octavio Grijalva Vázquez, quien es también Presidente del Colegio de Abogados de Sonora A.C., es socio del Despacho Villa y asociados, mismo que defiende al asesino de su hija. Esto podría estar agregando el elemento del tráfico de influencias, lamenta el señor Hernández.

El estado en que quedó el cuerpo herido, cortado, lastimado en la dignidad, con las huellas de la pelea por su vida, es una imagen que persigue a Don Jorge, para donde voltee, incluso cuando duerme. Lo más grave, ni todo el cuadro de laceración por las heridas infringidas a Priscilla y las pruebas realizadas, ni toda la documentación del caso, son suficientes para que el juez penal responsable del caso determine la calificativa de brutal ferocidad.

Eso significa que la pena podría bajar al rango de entre ocho y quince años, que como producto de “buena conducta” y otros beneficios legales, podría traer como consecuencia que el turista feminicida saliera libre en unos cuantos años.

Dado que en Sonora no se ha tipificado el feminicidio, este asesinato que cumple con la mayoría de los supuestos  del tipo penal federal Feminicidio, se juzga por el delito de Homicidio, tipificado en el Código Penal para el Estado de Sonora, el cual incluye las razones de género para imponer el rango máximo de penalidad, pero éstas se han ignorado por el Juez penal.

Ante la  amenaza de que el feminicidio de su hija quede impune, un padre indignado y una familia deprimida busca justicia para su hija. No están dispuestos a permitir que una vez más se cometa abuso de autoridad al dejar pasar el tráfico de influencias, como parece pintar este caso.

Jorge Hernández y toda su familia han emprendido una lucha más de las tantas que existen en México, por justicia integral para su hija asesinada. En su memoria, para paliar un poco el daño tan grande que les han hecho, dedicarán su vida a lograrlo.

A menos de un mes de la pérdida, una vez más se interrumpe un duelo familiar por tener que salir a la calle y convertirse en abogados de hecho, obligados por la exigencia de justicia.

Si el caso continúa por esa vía y el asesino de Priscilla -que no come carne de res respetando su religión, pero sí es capaz de asesinar a su novia-, obtiene un castigo menor al que merece, estaremos entrando en Sonora a una nueva modalidad de turismo permitida legalmente: el turismo feminicida.

Zona de Reflexión


Un día sin…


Por Lucía Lagunes Huerta*


Imagine usted su vida sin una persona que realice en su hogar el trabajo doméstico. Si usted quiere mantener la comodidad de tener limpia la casa y la ropa, comida caliente, etcétera, ¿cuánto tiempo tendría que invertirle? ¿En qué horario haría las labores que se requieren? ¿Antes de ir a trabajar o después de regresar de su jornada remunerada?

Si tiene hijas e hijos, ¿cómo combinaría su trabajo remunerado con las necesidades de apoyo escolar, diversión y afecto que necesitan?

Si al llegar el día de su descanso, en lugar de descansar, tuviera que encargarse de las tres comidas para su familia, hacer las compras de los víveres para la semana, la limpieza profunda de ciertas áreas de la casa, es decir, seguir trabajando.

Y si a esto se le agrega que por razones de crisis desde hace años el cuidado de personas enfermas o adultas mayores ha quedado a cargo de sus familias, ¿cómo cree que sería su vida?

¿Cuál sería el tiempo que le destinaría a estar con usted, a leer el libro que tanto quiere, ir al cine, ver amigos, participar en la política, estudiar o poder asistir a cursos, congresos o talleres que le permitan un mejor desarrollo?

Pero si además de todo lo que tiene que hacer, le dijeran que siempre usa a sus hijos como excusa para no trabajar más horas, que a usted mejor no hay que promoverle porque es responsable de la familia y siempre privilegia a la familia.

Si decidiera quedarse en el hogar para hacerlo todo, sin que nadie  lo valore porque eso de hacer las cosas del hogar ni es para tanto, ni vale la pena, ni aporta nada, ¿cómo se sentiría?

¿Estaría  saltando de alegría por dedicar el 100 por ciento de su tiempo para el bienestar de los otros, los otros que salen todos los días a trabajar o estudiar, mientras usted “sólo se dedica al hogar”?

Esta actividad tan desvalorada y menospreciada, ni más ni menos, equivale a 21.7 por ciento del Producto Interno Bruto.

Si el trabajo doméstico se cuantifica en salario éste debería ser de entre 25 mil o 40 mil pesos, según revela un estudio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Y estos datos salen a la luz ahora porque este lunes es el Día Internacional del Trabajo Doméstico. Trabajo que realizan millones de mujeres en el mundo de todas las edades, razas, religiones, tendencias políticas y condiciones económicas.

Un trabajo que por siglos se ha destinado como exclusivo y casi biológico de las mujeres. Como si trajeran en la cadena genética el deseo de la limpieza, la comida y el cuidado de los otros.

Por eso en muchas organizaciones políticas las mujeres son las responsables de las comisiones de la comida en marchas, mítines y plantones.

Este trabajo no sólo le ha impedido a millones de mujeres el desarrollo en otras áreas de la vida, sino que crea las condiciones de dependencia económica.

Las mujeres dedicadas exclusivamente el trabajo doméstico no cuentan con ninguna remuneración propia, dependen del ingreso de otros. Ni seguridad social para su vejez o para atender su salud; aun cuando son un derecho éstos se dan a través de la pareja, generando nuevamente dependencia.

El tiempo de ellas está en función de la necesidad de las demás personas que conforman su familia, pues aun cuando su prole se independice, el cuidado de nietas y nietos muchas veces recae en las abuelas, ante la imposibilidad de las hijas por acceder a una guardería, creando con ello ciclos de dependencia y explotación de las mujeres.

Evidenciar el gran aporte que hacen las mujeres con su trabajo gratuito en el hogar para las naciones y el mundo es la razón por la cual este día fue creado; al mismo tiempo se busca la valoración social del trabajo doméstico y de quienes lo hacen.

Sería bueno transformar la categoría de amas de casa y crear una nueva que dignifique y evidencie el aporte de las mujeres a través del trabajo doméstico.

Twitter: @lagunes28

*Directora general de CIMAC.

13/LLH/RMB

23 de julio de 2013

Día 12: Micromachismos



Por Nuria Varela

Ayer tuve una larga conversación con Luis Bonino. Habíamos quedado para hablar de micromachismos a propósito de un reportaje que acabo de escribir para el número de agosto de la Revista 21.

Hablar con Luis siempre es un placer pero lo cierto es que hay pocos aspectos positivos que mencionar en lo que se refiere a violencia de género en general y al uso y abuso de los micromachismos, en particular. Fue en los años 90 cuando Bonino le puso el nombre de micromachismos a las maniobras cotidianas que los hombres realizan para conservar, reafirmar o recuperar el dominio sobre sus parejas. Maniobras invisibles pero dañinas.

El nombre nace en la estela del término micropoderes del sociólogo francés Foucault y como en este caso, micro no se refiere a “poca cosa” o “poco importante” sino a que son casi imperceptibes, están especialmente invisibles y ocultos para las mujeres que los padecen y para la sociedad en general. “Es como un microbio –explica Bonino-, lo pequeños que son y el mal que algunos causan”.

 Asegura Luis que si el modelo clásico se definía con las tres p, la obligación de los varones de ser proveedores, protectores y procreadores; “ahora hay muchos hombres que ni proveen ni protegen ni procrean, son más afectivos, incluso encantadores pero ¿qué aportan a las mujeres? ¿Están construyendo relaciones igualitarias o simplemente mejorando aún más su status? Es decir, van dejando sus obligaciones tradicionales pero no dejan de ejercer su poder”.

Algunos micromachismos son violencia en sí mismos, otros, son la antesala de la misma. Saber verlos, tener a mano una lupa para identificarlos, supone una medida de protección, especialmente con esos “hombres supuestamentte encantadores” a los que se refiere Bonino que aparentemente están modificando el modelo tradicional de masculinidad y en realidad están ejerciendo violencia. Eso sí, mucho más sutil.



TIPOS DE MICROMACHISMOS
Para intentar mantener esta posición, los varones se sirven de diferentes modalidades de micromachismos que Bonino agrupa en cuatro categorías:

1.    Los micromachismos utilitarios, que tratan de forzar la disponibilidad femenina aprovechándose de diversos aspectos “domésticos y cuidadores” del comportamiento femenino tradicional. Se realizan especialmente en el ámbito de las responsabilidades domésticas.

1.1.    No responsabilización sobre lo doméstico
1.2.    Aprovechamiento y abuso de los roles tradicionales que asignan el cuidado a las mujeres.

2.    Los micromachismos encubiertos, que intentan ocultar su objetivo de imponer las propias razones abusando de la confianza y credibilidad femenina.

2.1.    Creación de falta de intimidad
•    Silencio
•    Aislamiento y mal humor manipulativo
•    Avaricia de reconocimiento y disponibilidad
2.2.    Pseudonegociación
2.3.    Inocentización
•    Inocentizacion culpabilizadora
•    Autoindulgencia y autojustificación
?    Echar balones fuera
?    Hacerse el tonto y el bueno
?    Impericias selectivas
?    Minusvaloración de los propios errores
?    Delegar responsabilidad por propios errores
2.4.    Engaños y mentiras
2.5.    Paternalismo
2.6.    Abuso de confianza
2.7.    Desautorizaciones encubiertas

3.    Los micromachismos de crisis, que intentan forzar la permanencia en el statu quo desigualitario cuando éste se desequilibra, ya sea por aumento del poder personal de la mujer o por disminución del poder de dominio del varón.

3.1.    Resistencia pasiva y distanciamiento
3.2.    Darse tiempo
3.3.    Aguantar el envite
3.4.    Refugio en el estilo

4.    Los micromachismos coercitivos que sirven para retener poder a través de utilizar la fuerza psicológica o moral masculina.

4.1.    Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí.
4.2.    Apelación a la superioridad de la lógica varonil.
4.3.    Las coacciones a la comunicación
4.4.    La insistencia abusiva para lograr fines

Pueblicado en el blog de Nuria Varela

21 de julio de 2013

Funcionario de la CEDH-Sonora intenta favorecer a presunto homicida indio


Maniobra para bajarle sentencia, según padre de joven asesinada

Por Ulises Gutiérrez / Corresponsal

Periódico La Jornada
Sábado 20 de julio de 2013, p. 26
Hermosillo, Son., 19 de julio.

El despacho de abogados de donde es socio Octavio Grijalva Valdez, funcionario de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), opera en favor de reducir la condena al indio Singh Siddharta, presunto homicida de Priscila Carolina Hernández, luego que los defensores lograron reclasificar el delito de homicidio con alto grado de violencia y crueldad al de homicidio culposo.

Jorge Hernández Aguilar, padre de la joven de 21 años, quien fue asesinada hace tres semanas, denunció que existe una presunta red de tráfico de influencias y corrupción que interviene para que el castigo del extranjero sea menor al delito que cometió, pues en vez de que purgue de 25 a 50 años en la cárcel, se busca que sólo permanezca de ocho a 15 años.

Al acudir al palacio de gobierno dijo: Ella era mexicana, estudiante, y fue asesinada por este hombre venido de India (con residencia permanente en la ciudad de Dallas, Texas), la torturó y la mató y ahora lo están protegiendo, lo consignaron por un delito que no corresponde a la forma en que mató a mi hija.

Me siento muy agraviado por el brutal asesinato y me doy cuenta que las leyes no se están aplicando de forma pareja. Me enteré que ayer Grijalva Valdez, coordinador de delegado de la CEDH fue a gritar por privilegios para este asesino, que no merece más que ser castigado como marca la ley, indicó.

Indicó que el presunto asesino de 26 años logró que el despacho Villa y Asociados gestionara comodidades durante el tiempo que dure recluido en el Centro de Readaptación Social de la ciudad de Hermosillo, Sonora.

Mi hija conoció a este hombre por Internet; me lo presentó días antes de que la asesinara, claro que le dije que no me parecía su noviazgo, pero qué más podía hacer, no merecía morir así, porque en el expediente consta que la torturó, le hizo heridas cortantes antes de estrangularla, expuso Hernández Aguilar.

Dijo que el Ministerio Público consignó ante un juez a Singh Siddharta por homicidio calificado con feroz brutalidad pero se le reclasificó como homicidio culposo por el cual según abogados, el indagado podría salir libre antes de que se cumplan ocho años de condenado.

El pasado 2 de julio policías, el propietario reportó al 066 que en el interior de uno de los condominios se estaba suscitando una riña entre una pareja. Al llegar al lugar, los elementos de la Policía Municipal se entrevistaron con el reportante, mismo que les permitió la entrada al lugar.

Los elementos policíacos encontraron en una de las habitaciones al hoy detenido en el  momento en que asfixiaba a la joven, por lo que de inmediato lo sometieron.  Al revisar a la víctima se percataron de que ésta se encontraba sin signos vitales y presentaba heridas contuso cortantes en diferentes partes del cuerpo.

 El cadáver de Priscila tenía heridas contuso cortantes hechas con una espátula, un picahielos y un tenedor, objetos hallados en el hotel donde ambos estaban hospedados en Bahía de Kino, Hermosillo.