La Historia de esos días

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24 de diciembre de 2011

Duro golpe a la vida cultural. Alma Leticia León

Duro golpe a la vida cultural


Alma Leticia León

  • Milenio Puebla 2007-01-31

    Opinión

    •Cultura
    Es necesario insistir en que el veto, primero de Vicente Fox Quesada y ahora de Felipe Calderón Hinojosa, a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, es una medida para proteger el monopolio, desalentar la competencia y dañar a los lectores. En suma, un golpe más a la precaria vida cultural del pueblo.
Aprobada por ambas Cámaras en el Congreso de la Unión, es el resultado de más de tres años de trabajo de personas que laboran cotidianamente en los sectores culturales.
Aunque introduce novedades, trata diversos aspectos del libro y la lectura, el debate público y los vetos los originó el artículo 22, que fija un precio único durante los primero tres años de aparecido un volumen.
Esto fue lo que provocó el malestar de Fox y su asesor, la Comisión Federal de Competencia: “se opone al libre mercado y encarecerá los libros”, dijeron, y aseguraron, que es adecuada la actual venta y distribución de libros.
Eso en Foxilandia, ya que las cifras no se hicieron esperar. En los últimos 10 años, en México han cerrado tres o cuatro de cada 10 librerías y el precio de los libros se ha ido por encima de la inflación. Existe una librería por cada 250 mil o 300 mil habitantes. Mientras en Argentina y Alemania la relación es de 15 mil a uno; en España, de 12 mil a uno; en Costa Rica, de 27 mil a uno. Los vetos, lejos de pensar en las pocas librerías que subsisten, van por la protección a las grandes cadenas de autoservicio, que ofrecen libros como un producto más y ven a los lectores como simples consumidores.
Ya alertó Marcelo Uribe, editor de Ediciones Era, cuando dijo: “... Si permitimos que el libro se concentre exclusivamente en el supermercado, se eliminará la competencia, no sólo de la casi infinita variedad del pensamiento, la ciencia y la creación, sino de la producción.”
No se trata, pues, de expulsar al libro de ningún lado, bienvenido en el súper, en la tienda departamental, en la farmacia, en todos lados. Se trata de empujar su presencia en ámbitos especializados por el bien y la salud informativa, intelectual, democrática y cultural de la sociedad.

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