La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

29 de diciembre de 2014

Cuba: la dignidad gana batallas

Cuba: la dignidad gana batallas 

Marcos Roitman Rosenmann 

Cuba: la dignidad gana batallas

Son muchos los que durante décadas han vaticinado el fin de la revolución cubana. No han faltado argumentos. En tiempos de la guerra fría se tildó al régimen de ser un títere de la Unión Soviética. Tras la caída del muro de Berlín, y la desarticulación del bloque del este, Cuba se consideró un anacronismo histórico. No tenía cabida en la nueva era de la globalización. Sin apoyos exteriores, la revolución llegaría, sin pena ni gloria, a un callejón sin salida. Moriría y con ello su ideario. Su existencia sería un mal recuerdo en medio de un caos económico, social y político. Cuba entraría a la comunidad internacional con la cabeza gacha y reconociendo su fracaso. Los agoreros intuían un proceso similar al seguido por Rumania, Polonia, Hungría, Bulgaria o la desarticulada URSS. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos pone en evidencia lo estrecho de un planteamiento como el descrito, mantenido durante medio siglo articulando la política exterior de Estados Unidos.

Sin embargo, nada de ello ocurrió, a pesar de no tener Cuba el viento a favor. El producto interno bruto descendió 70% a principios de los años 90. El periodo especial fue un balde de agua fría. El racionamiento, la dificultad de obtener combustible, los precios internacionales del azúcar y el tabaco, amén de un comercio internacional que exigía el pago en efectivo, dejaba poco lugar a la esperanza. El diagnóstico era pesimista. El enfermo se moriría irremediablemente. Desde Estados Unidos, el lobby anticubano, se frotaba las manos. Nuevas leyes se unieron al embargo y el bloqueo existente desde 1964. Primero, en 1992, durante el gobierno de Bush padre, se aprueba la ley Torricelli, que intentó dar el golpe de gracia a la economía cubana, prohibiendo el comercio de subsidiarias estadunidenses afincadas en terceros países, y prohibiendo tocar puertos estadounidenses a barcos que previamente, con fines comerciales, lo hubiesen hecho en puertos cubanos. Y en segundo lugar, durante el mandato del demócrata Bill Clinton, en 1996, dando vía libre a la ley Helms-Burton, conocida como "ley para la libertad y solidaridad cubana". Dicha ley, como la anterior, aún vigente, contempla la negativa de créditos y ayuda financiera a países y organizaciones que favorezcan o promuevan la cooperación con Cuba. Sus efectos se hacen sentir en sectores como la sanidad, dado las patentes en manos de las farmacéuticas estadunidenses; el alimentario, el financiero o el tecnológico. Son múltiples los medicamentos pediátricos y cardiovasculares que no están a disposición de los centros médicos, condenando a la muerte a niños con enfermedades que requieren dichos fármacos para su tratamiento.

Ningún otro proyecto político en América Latina, democrático, antimperialista, nacionalista y socialista, ha sido atacado con tanta virulencia por Estados Unidos y sus aliados regionales. En este sentido, Cuba tiene el mérito de haber sobrevivido a una invasión, al sabotaje interno, el bloqueo económico y comercial, amén del aislamiento político regional. En el resto de países, los proyectos democráticos fueron aniquilados. Desde Arbenz en Guatemala en 1954, pasando por Joao Goulart en Brasil en 1964, la invasión a República Dominicana en 1965, el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile, 1973, la invasión a la isla de Granada en 1983 y Panamá en 1989, el imperialismo estadunidense, con el apoyo de las burguesías locales, impuso en su lugar dictaduras militares.

Sin embargo Cuba, se levanta victoriosa frente a sus enemigos. Combativa, ha sabido responder a los ataques exteriores. Las razones son múltiples y no es el caso analizarlas en esta ocasión. Sólo destacar el grado de legitimación del proceso revolucionario. Desde los primeros años, son muchos los cambios introducidos a medida que se profundiza la revolución. Nadie que hubiese visitado Cuba en los años 80 o 90 puede sustraerse a las trasformaciones del país en este siglo XXI. Desde las políticas sociales, las culturales, pasando por las nuevas leyes en la esfera económica, las actividades privadas o el turismo. El dinamismo forma parte de un proyecto cuya pervivencia se fundamenta en el alto grado de compromiso político en la defensa de la soberanía nacional y el socialismo.

Es un logro para la revolución cubana que, tras medio siglo de enfrentamiento, Estados Unidos reconozca, primero, el fracaso del bloqueo y, de manera implícita, la dignidad de un pueblo que ha sabido permanecer firme a sus principios y convicciones.

En estos momentos el diálogo y la negociación entre Cuba y estados Unidos se realiza en un contexto diferente al que imperase en el siglo XX. América Latina y el Caribe han logrado articular un conjunto de instituciones como Unasur, Celac, Mercosur y la Alba, que suponen un reequilibro de fuerzas ante el viejo sistema hegemonizado por Estados Unidos, OEA y Tiar. La dignidad gana batallas. Cuba es el ejemplo.

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Mujeres luchan por el reencuentro familiar

Mujeres luchan por el reencuentro familiar
http://www.cimacnoticias.com.mx/node/68492
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- 29/12/2014
Esta época decembrina, cientos de mujeres de comunidades indígenas migrantes de varios estados del país no pasarán las festividades en compañía de sus familiares que emigraron hace decenas de años a Estados Unidos.

No obstante, se organizan para conseguir recursos, conocer sus derechos y entender el fenómeno migratorio para obtener una visa temporal y reunirse con sus seres queridos.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), 255 mil 929 personas de origen mexicano vivían en EU en 2013, el doble que en 2012.

Josefina Guadalupe Romero, originaria de la región mixteca de Puebla, contó que esperó 20 años para reunirse con sus cuatro hijas e hijos en EU, quienes dejaron uno a uno el país por falta de oportunidades.

La comunidad de origen de esta familia es Amatlán, municipio poblano de Zoquiapan, con apenas 334 habitantes y cuyo grado de escolaridad es tan sólo de cinco años.

Guadalupe, de 62 años de edad, sabe de los riesgos que enfrentarían sus hijas e hijos si vinieran a visitarla, ya que para regresar a EU tendrían que emigrar otra vez de manera irregular; además –aseguró– en México no tendrían posibilidad de conseguir un buen empleo.

Como otras mujeres de Amatlán (la mayoría adultas mayores), Guadalupe se había resignado a no volver a ver a su descendencia, sobre todo porque le acaban de diagnosticar diabetes.

Sin embargo, hace tres años recibió la llamada de su hijo menor, quien le propuso: “Aquí hay una organización (Ñani Migrante) que ayuda a las familias a reencontrarse”.

“¿Cómo va ser eso?” –contestó Guadalupe–, “¿Cómo voy ir a Nueva York, yo una campesina, si tejer sombreros y cuidar pollos es lo único que sé hacer?”.

Guadalupe buscó el apoyo de vecinas y vecinos, quienes también tienen familia en EU, para organizarse y de manera colectiva conseguir comunicarse con Ñani Migrante.

Supieron que el objetivo de Ñani Migrante (proyecto ciudadano con más de cuatro años en EU) es “avanzar en el acceso a la justicia social, económica y política a favor de las familias trasnacionales, a través de un modelo de educación, empoderamiento, organización comunitaria y cooperación trasnacional entre migrantes y sus familias”.

Se enteraron que debían organizar a toda la comunidad, realizar proyectos, buscar recursos económicos, informarse y estar en contacto con Ñani Migrante.

“La primerita vez fui yo –recordó Guadalupe–, pero luego otras parejas mayores de Amatlán me ayudaron a convencer a la gente, a empezar a reunirnos”.

Relató que fue complicado porque la gente de su comunidad es muy tímida y desconfiada: “Somos una región muy pobre donde no hay trabajo, mis padres me enseñaron puro mixteco y fue muy difícil aprender español y hablar en público”.

Luego de meses de convocatoria, las familias de la región empezaron a dar talleres de lo que cada quien sabía hacer, y desde entonces cada mes se reúnen con abogados y otros profesionistas para aprender sus derechos durante el proceso migratorio.

Después se reunieron con otras comunidades en diferentes partes del país y formaron la Asamblea Popular de Familias Migrantes (Apofam), integrada por 200 familias de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo y el Distrito Federal.

En marzo pasado, dos familias de Amatlán (entre ellas la de Guadalupe y su esposo) consiguieron una visa temporal y viajaron un mes a Nueva York para ver a sus hijas e hijos.

“Fueron momentos de alegría y emoción llegar y abrazar a mis hijos con mis lágrimas y conocer a mis nietos”, recordó Guadalupe.

Ahora que regresó a México está apoyando a otra pareja de adultos mayores para que viajen a EU. Además, dijo, “estamos buscando la manera de conseguir mercado para sacar nuestros productos, porque hay fruta, pero no hay forma de comercializarla. También queremos tener una antena para tener comunicación porque allá no hay señal”, detalló Guadalupe.

Enfatizó que las comunidades de origen de la migración “hemos trabajado mucho para poder ver a nuestros hijos”. Y es que las familias de su localidad formaron un centro comunitario donde dan talleres de bordado, preparación de moles y tejido con palma, además de vender sombreros y presentar obras culturales como bailables o carnavales.

REFORMA MIGRATORIA

Apofam no sólo busca reunir a las familias, sino que también exige al gobierno mexicano una reforma migratoria inmediata que ponga fin a las deportaciones, fomente el diálogo trasnacional y permita el libre tránsito de personas.

Marco Antonio Castillo Martínez, director de Apofam, explicó que la organización se conformó por el creciente interés de las comunidades de abordar el tema migratorio, ya que es un factor que aumenta la separación familiar.

La Asamblea surgió por el interés de las comunidades para reunificarse con sus familiares, encontrar alternativas a la migración, y atacar las causas que obligaron a sus parientes a irse.

Castillo agregó que Apofam ayuda a las familias migrantes a desarrollar procesos comunitarios, empoderarlas y dar servicios individuales de atención a casos migratorios, o la búsqueda de empleo para migrantes retornados.

Apuntó que “si las familias no se fragmentan por completo y las comunidades no han tenido un estallido mayor es gracias al trabajo de las mujeres”, ya que la población femenina en el proceso migratorio es el sostén moral y económico.

La mayoría de integrantes de Apofam son mujeres que reclaman el derecho de ver a sus familiares, abundó.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha reportado que entre 2010 y 2014 van 9 mil 780 solicitudes de apoyo consular en casos de custodia de niñas y niños en EU.

Otras mujeres que integran la organización fueron deportadas a México y tuvieron que dejar sus empleos, su hogar y sus familias.

Aquí afrontan el desempleo, problemas de integración y el desinterés de las autoridades migratorias para apoyarlas en la reunificación familiar. Según el INM, 345 mil 542 personas de origen mexicano fueron repatriadas desde EU en 2012; de ellas, 31 mil 540 eran mujeres.

14/AJSE/RMB

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4 de marzo de 2014

Palabra de Antígona

Marzo de las Mujeres

Por Sara Lovera

Ahora que se conmemorará el 104 aniversario del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, y que se dirán tantos discursos, no entiendo porque no volteamos a nuestra propia historia. Que yo recuerde jamás se ha hecho este importante recordatorio en el lugar geográfico, donde pudiéramos decir nació el movimiento más señero y avanzado de las mexicanas: Yucatán.

Cuando los presidentes de la República quieren hacer un anuncio sobre alguna política o cambio jurídico para las mexicanas, llaman a cientos de mujeres a una ceremonia formal, opaca, sin chiste, donde todas esas mujeres le aplauden. Generalmente en algún salón de la casa presidencial de Los Pinos.

Yucatán, en cambio, encierra las voces y los ecos de esas mujeres que se levantaron por sus derechos en 1916 durante los Congresos Feministas; ahí donde nació en 1922 la demanda que hoy llamamos derechos sexuales y reproductivos, por la distribución de anticonceptivos, por la libre decisión de mantener o interrumpir un embarazo y por la educación sexual para la infancia y la adolescencia.

En Yucatán, donde nació la primera liga de mujeres campesinas denominada Rita Cetina Gutiérrez, en homenaje a esa maestra, nacida en Yucatán que creó la sociedad científica y literaria “La Siempre Viva” y dirigió una revista del mismo nombre.

En Yucatán, del Instituto Literario para Niñas, que se considerada la escuela para mujeres más importante de su época (1846). Ahí en 1923, no puede olvidarse, el pueblo eligió con voto secreto a Elvia Carrillo Puerto como la primera diputada local de la historia del país, Elvia Carrillo la misma que creó esa liga de mujeres campesinas.

También fue en Yucatán donde se eligió a la primera regidora del país, la profesora Rosa Torre G, también en 1923. Ahí donde  nació el movimiento sufragista de las mujeres y, en 1922, precisamente cuando las mujeres demandaban los derechos sexuales y reproductivos, el gobernador socialista Felipe Carrillo Puerto (1922-1924) envió al congreso la primera iniciativa para otorgar el voto ciudadano a las mujeres.

Por eso Yucatán es el crisol de los derechos ciudadanos, económicos, sociales y culturales para las mujeres. Ahora que ya es ley la paridad, el 50/50 para las listas electorales en virtud de la Reforma Política, sería muy bueno que ahí se hiciera la ceremonia del 8 de marzo, puesto que el año pasado se cumplieron los 60 años del voto femenino y el 2015 se probará en las urnas la paridad.

No estaría mal que ahí, en Yucatán, en ese pueblo de tantas lides, donde vieron la primera luz, como en primavera, mujeres emblemáticas de un largo listado. Donde sería bueno recordar a las mujeres indígenas que asombraron la pequeñez de curas y conquistadores por su forma de vestir. A los conquistadores les llamó la atención desde un principio esa costumbre de las naturales; las mujeres fueron calificadas de deshonestas por andar desnudas de la cintura para arriba. Ellas a quienes les pusieron encima el hipil como mandato para ir a lavar al río.

De ahí venimos con nuestra demanda de ser personas. Ahí en Yucatán le reviramos al conocido como prohombre de la cultura, José Vasconcelos que acabó imponiendo el Día de la Madre, por la rebelión de las socialistas de los círculos rojos de reflexión que pedían sus derechos.

Hasta Yucatán llegó Hermila Galindo en 1916, como heraldo del constitucionalismo. Hoy, de acuerdo con los informes oficiales, en Yucatán se registra la estadística más baja en violencia contra las mujeres.

No obstante, Yucatán con una buena parte del sureste mexicano ha olvidado su origen, anida la pobreza y la ignorancia, todavía es grande la diferencia entre indígenas y blancos. Tiene como herida la guerra de castas y los frescos del Palacio de Gobierno recuerdan las imágenes de tan cruel historia.

Yucatán es la única entidad del país donde ha habido dos gobernadoras, entre las apenas seis de nuestra historia. Dulce María Sauri (1991-1994), quién también se convirtió en la dirigente nacional del PRI, e Ivonne Ortega (2007-2012).

De esos aires sureños donde anida tanta historia y tanta marginación, de ahí tendría que venir la reflexión 2014 del Día Internacional de la Mujer, para revisar la agenda, tan parecida y distinta, a la que hoy tenemos en México: educación, salario igual a trabajo igual, cese a la violencia contra las mujeres -que cobra a diario vidas y el futuro para miles de mexicanas-, hacer real la igualdad para mujeres y hombres, el más grande de los pendientes y desde donde se construyen la discriminación, el feminicidio, el rechazo y la exclusión.

Yucatán del que se enamoró Alma Reed. El estado mítico que un día quiso separarse de México, por la decepción política y social. Desde donde marchan todos los días cientos de yucatecas en busca de una mejor opción de trabajo y de vida. Y me acabo de enterar por un estudio del INEGI, el lugar de origen de una mayoría de trabajadoras domésticas a quienes la modernidad les quiere cobrar impuestos.

En fin. Un sitio de playas, paisajes, caminos. Hermoso y doloroso cuando una ve convertidas las añejas casas de los dueños de los campos de henequén, construidas con la sangre de las indígenas, convertidas en hoteles exclusivos para el gran turismo. Un pueblo desde el cual podría anunciarse y luego cumplirse un verdadero y profundo programa de cambio cultural, de justicia para las mujeres; ahí la cuna del día de la madre, por represión, se podría dar respuesta a las madres de las y los desaparecidos en esta guerra que inició Felipe Calderón, y su estela de desgracias donde nace nuestra indignación cotidiana.


Sería bueno que se hable fuerte y profundo desde el sitio Yucateco, y de paso podremos recordar que marzo es emblemático, porque el día 5, se cumplen 144 años del nacimiento de Rosa Luxemburgo, una de las promotoras del histórico Segundo Congreso Internacional de Mujeres Socialistas espacio que vio nacer la celebración del 8 de marzo y donde arrancó la larga faena de las sufragistas del mundo entero.