La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

24 de diciembre de 2011

Sin aliento, para el cine mexicano. Alma Leticia León

Sin aliento, para el cine mexicano

Opinión

Alma Leticia León


  • 2007-02-07•Cultura
    Milenio Puebla

Las nominaciones para los premios Oscar de los directores de cine Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón serán un impulso importante para sus carreras. Lo que no significa que lo vaya a ser para el cine mexicano.
Como espectador desinformado es comprensible que estas nominaciones causen júbilo, pero que autoridades traten de colgarse del éxito estrictamente personal de los cineastas es una burla.
Estos autodenominados “braceros de lujo”, recordemos cómo Iñárritu al entrevistarse con el goberneitor Schwarzenegger le gritó: “Señor, yo sí traje mi pasaporte”, han declarado que hacen cine fuera de México porque aquí no hay trabajo. Igual que millones de compatriotas que cruzan la frontera.
Una de las actividades culturales que menos apoyo oficial recibe en el país es el cine. Cuando un joven quiere estudiar cinematografía, las opciones públicas son el Centro Universitario de Estudios Cinematográfico (CUEC) de la UNAM y el Centro de Capacitación Cinematográfica del Cenart, cuyo acceso es casi imposible: de 800 solicitudes de ingreso, en cada una de las instituciones, son aceptadas 15, respectivamente. Cuáles son los criterios para aceptar o rechazar? Sólo Dios sabe. El mismísimo González Iñárritu fue rechazado en el CUEC.
Los diputados no sólo tienen qué felicitar a los cineastas, sino impulsar leyes que protejan al cine. Entre los grandes males que padece la industria están la distribución y exhibición de las cintas; no existe ninguna restricción para la exhibición de películas extranjeras. En Brasil, por ejemplo, hay disposiciones legales que limitan la exhibición de cintas extranjeras Aquí tienen vía libre las de películas extranjeras. Nuestras salas son invadidas por Hollywood, que aparece como enemigo de la industria nacional.
Hay ordenamientos tendientes a proteger a la industria, como el artículo 226 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, que contiene un estímulo fiscal que permite a personas físicas o morales canalizar hasta 10% de lo que pagarían de ISR a la producción cinematográfica nacional, pero Hacienda no lo cumple.
Sólo falta que Felipe Calderón felicite a la triada de cineastas, después de que una de sus primeras disposiciones fue un recorte presupuestal de 30% al sector de cultura para 2007.

Duro golpe a la vida cultural. Alma Leticia León

Duro golpe a la vida cultural


Alma Leticia León

  • Milenio Puebla 2007-01-31

    Opinión

    •Cultura
    Es necesario insistir en que el veto, primero de Vicente Fox Quesada y ahora de Felipe Calderón Hinojosa, a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, es una medida para proteger el monopolio, desalentar la competencia y dañar a los lectores. En suma, un golpe más a la precaria vida cultural del pueblo.
Aprobada por ambas Cámaras en el Congreso de la Unión, es el resultado de más de tres años de trabajo de personas que laboran cotidianamente en los sectores culturales.
Aunque introduce novedades, trata diversos aspectos del libro y la lectura, el debate público y los vetos los originó el artículo 22, que fija un precio único durante los primero tres años de aparecido un volumen.
Esto fue lo que provocó el malestar de Fox y su asesor, la Comisión Federal de Competencia: “se opone al libre mercado y encarecerá los libros”, dijeron, y aseguraron, que es adecuada la actual venta y distribución de libros.
Eso en Foxilandia, ya que las cifras no se hicieron esperar. En los últimos 10 años, en México han cerrado tres o cuatro de cada 10 librerías y el precio de los libros se ha ido por encima de la inflación. Existe una librería por cada 250 mil o 300 mil habitantes. Mientras en Argentina y Alemania la relación es de 15 mil a uno; en España, de 12 mil a uno; en Costa Rica, de 27 mil a uno. Los vetos, lejos de pensar en las pocas librerías que subsisten, van por la protección a las grandes cadenas de autoservicio, que ofrecen libros como un producto más y ven a los lectores como simples consumidores.
Ya alertó Marcelo Uribe, editor de Ediciones Era, cuando dijo: “... Si permitimos que el libro se concentre exclusivamente en el supermercado, se eliminará la competencia, no sólo de la casi infinita variedad del pensamiento, la ciencia y la creación, sino de la producción.”
No se trata, pues, de expulsar al libro de ningún lado, bienvenido en el súper, en la tienda departamental, en la farmacia, en todos lados. Se trata de empujar su presencia en ámbitos especializados por el bien y la salud informativa, intelectual, democrática y cultural de la sociedad.

No hay lectores de libros pero, ¿a quién le preocupa? Alma Leticia León


  • No hay lectores de libros pero, ¿a quién le preocupa?

    Alma Leticia León


    Milenio Puebla 2007-01-24

    Opinión

    •Cultura
    Es del dominio público que en México se lee muy poco en comparación con otros países. La Unesco nos da el penúltimo lugar en una lista de 108 y una encuesta realizada meses atrás por la Cámara Nacional de la Industria Editorial reveló que el promedio de lectura en el país es de 1.2 libros al año. Otros sondeos dicen que es medio libro al año lo que los mexicanos leen. Cifras escalofriantes, ya que en países como Alemania, Estados Unidos o Noruega es de 12, 15 y 18 libros al año.
    Hay más datos, como que en total al año en México se producen menos de 5 mil libros nuevos y 15 mil en total. Los mexicanos dedican menos de 2 por ciento de su ingreso en compra de libros y es 1 por ciento de la población la que adquiere la mitad de todos los volúmenes que se editan.
Inútil insistir en que la lectura de libros es fundamental para el crecimiento económico, político, social y cultural de las personas y de las naciones. El nivel de desarrollo de un país puede medirse por el número y la calidad de sus lectores, así como por la infraestructura que la sostiene. La lectura tiene que ver no sólo con las humanidades y las ciencias, sino con todos los campos del conocimiento. Leer bien, comprender lo que se lee, leer por gusto es indispensable para ir adelante en el proceso de aprendizaje de cualquier actividad. Se domina un idioma cuando se escribe, se habla y lee con propiedad; logrando ese dominio, no habría alumnos reprobados en exámenes de admisión para las universidades.
Pero una dificultad que se le presenta al maestro en la enseñanza es la falta del hábito lector entre sus alumnos, problema generalizado en toda la población mexicana. Es común encontrar a los universitarios renuentes a la lectura. Los resultados por la falta del hábito lector son lamentables
Por todo lo anterior, indigna el veto de Felipe Calderón a la Ley de Fomento a la Lectura, que ya había sido aprobada por en el Congreso de la Unión y vetada por el empresario de la Coca-cola Vicente Fox.
Que Calderón reitere el veto no es sorpresa. Sí un agravio y una preocupación, porque como alertó la escritora Margo Glantz: "El país va a estar gobernado con la fuerza y no con la inteligencia."

La mujer salvaje, en extinción. Alma Leticia León

La mujer salvaje, en extinción

Alma Leticia León

  • 2007-01-17

    Opinión

    •Cultura
La sombra de la Mujer Salvaje acecha a nuestra espalda. Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotras está en cuatro patas”.Con este prefacio nos atrapa la lectura de “Mujeres que corren con los lobos” de Clarissa Pinkola Estés, sicoanalista, curandera quién tardó casi 25 años en recopilar mitos, leyendas, relatos, cuentos de hadas que refuerzan el mito de la Mujer Salvaje.Heredera de ancianas húngaras narradoras de tradiciones en forma de relatos que utiliza para curar a sus pacientes, los muestra en este libro desde un análisis en el que cada personaje es parte de una misma psique, nos dice que en la mente y alma de una misma mujer se libran constantemente luchas tormentosas entre fuerzas opuestas.Los relatos, que cuenta en una excelente prosa, son los que a su entender resumen con más potencia el papel redentor de la Mujer Salvaje, "que no emerge nunca fácilmente. Habrá que desoír voces de otros arquetipos que nos inclinan a mostrarnos más dulces, más cariñosas, más calculadoras o más débiles de lo que somos. Hay seres que viven en nosotras. Pero, qué vamos a hacer con esos seres interiores que siembran la destrucción sin darse cuenta? Hay que dejarlos en un sitio en el que se les pueda vigilar. Un ser en particular es poderoso fugitivo de la psique, requiere de inmediata atención: el depredador natural," nos dice sobre el cuento de Barba Azul.Nacida en un hogar mexicano-español y adoptada por una familia húngara, Pinkola se crió en una zona de bosques en la que “los relámpagos no eran temibles, sino usuales habitantes de la noche”. Pasó años estudiando cuentos de hadas, mitos y relatos para unir dos palabras: mujer y salvaje, con las que abrió “una puerta que toda mujer comprende apenas las escucha, una puerta culturalmente cerrada, pero que permanece allí. Es una fuerza indómita que regala a las mujeres la certeza de estar haciendo lo correcto cuando se dejan guiar por ella, pero es un peligro para el statu quo, ya que cuando una mujer la huele dentro de sí, es capaz de todo: de abandonar un matrimonio o de dejar un trabajo”.

La clase política mexicana, a clases de literatura. Alma Leticia León


  • La clase política mexicana, a clases de literatura

    Alma Leticia León

    Milenio Puebla
    2007-01-10

    Opinión

    •Cultura
A la memoria de Rafael Ramírez Heredia
Que el diccionario detenga las balas, dice Joaquín Sabina. Yo les rogaría a nuestros gobernantes que leyeran libros.
Si fueran lectores, tendríamos otro país. Un presidente lector no haría el ridículo de pronunciar mal el nombre de un escritor, de habla hispana por cierto. O un dirigente del partido en el poder no menospreciaría a una escritora como Elena Poniatowska, diciéndole “viejita”; o una primera dama con ínfulas de feminista culta no cometería el desatino de cambiar de género a Rabindranath Tagore, uno de los escritores más conocidos de la India, llamándolo Rabina Drat Tagore.
Si leyeran con cuidado la forma en que Fernando Savater aborda temas como poder y legitimidad; obediencia y rebelión; racionalidad, consenso y democracia; autoritarismo, totalitarismo y racismo; individualismo y Estado; nacionalismo, tolerancia y derechos humanos, la situación nacional sería mejor. Y ellos, mejores personas.
Si conocieran tesis como “quien desee la vida buena para sí mismo, de acuerdo al proyecto ético, tiene también que desear que la comunidad política de los hombres se base en la libertad, la justicia y la asistencia”. No existirían gobernadores aferrados al poder a pesar de haber sido expuestos públicamente en conversaciones que los evidencian como lacayos de los dueños del dinero, o los que son sostenidos por un gobierno federal que dice no estar para quitar gobernadores, pero que no duda en sostenerlos usando la fuerza pública. Pero si nosotros, el grueso de la población, manejáramos conceptos como “No somos libres de elegir lo que nos pasa... sino libres para responder a lo que nos pasa”, no permitiríamos que La Suprema Corte nos saliera con que no sanciona al presidente Vicente Fox Quesada ni invalida la elección federal, aunque reconoce que éste usó su poder haciendo campaña permanente a favor de su candidato.
Si alguna vez viéramos a un gobernante actuando en función de “que lo importante es saber si un Estado respeta los derechos humanos y la ciudadanía política de todos los que en él viven. O si es capaz de renunciar a parte de su soberanía para colaborar con otros países al afrontar retos mundiales, si ofrece protección razonable contra la miseria y contra la violencia”.
Entonces no sería tan fácil que millones de mexicanos estuviéramos de acuerdo con alguien que dice: ¡al Diablo las instituciones!

La actualidad de los 10 mandamientos. Alma Leticia León


  • La actualidad de los 10 mandamientos

    Opinión

    Alma Leticia León


    Milenio Puebla 2007-01-03•Cultura
Fernando Savater, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, escritor y uno de los filósofos más conocidos en la actualidad, reflexiona sobre los diez mandamientos en el siglo XXI. Para analizar cada uno de ellos se apoya en quienes han sido los formadores de valores éticos y morales: representantes de las iglesias y, exponiéndole a Yahvé argumentos laicos, nos muestra su personal óptica
La primera sorpresa que nos da es cuando constatamos que los mandamientos no sólo son aceptables tal como fueron escritos, sino que cada uno de ellos aún toca puntos muy sensibles de la cultura actual y cuyo cumplimiento hacen que el hombre religioso viva en paz con Dios y el laico, usando su libertad, elija responsablemente acatar esas normas que no son más que fruto del sentido común que, con o sin Dios, pasaron al fuero civil.
Son pocos mandamientosque se refieren a Dios y con el primero, afirma Savater, "amar a Dios sobre todas las cosas", quiso que la gente acatara los restantes. En cuanto a no matar, los hombres matan en nombre de los más diversos dioses. No sólo lo hacen por el petróleo, lo hacen porque Dios lo quiere así, como si hubiera una urgencia para matar al prójimo o para que el otro sea más bueno, según nuestra óptica. Ya lo dijo Voltaire: "piensa como yo o muere".
Sobre el "No robarás" dice: Roba el padre el mendrugo de pan para su hijo que agoniza, y roba el que saquea una provincia entera para su enriquecimiento personal, pero a éste se le llama gran financiero.
Así recorre el decálogo cristiano. La ironía que aparece sobre todo en el comienzo de cada regla es de lo mejor del libro. Por ejemplo, sobre "no desear la mujer del prójimo" expone su desacuerdo, ya que hay más del prójimo que propias. Cita a Kant brevemente con su idea de matrimonio como mero alquiler, recordando que por eso nunca se casó. Para rematar que lo malo no es el placer, sino el dolor que puede ocasionar el buscar placer, y rectifica la norma: "No destruirás a los demás en la búsqueda de tu saciedad erótica".
Cuando parafrasea a Dostoievski con aquella idea de un personaje de los Hermanos Karamazov que decía “Si Dios no existe, todo está permitido”. Pese a que Dios no exista, hay muchas cosas que no están permitidas; nos da la base para el estudio y la enseñanza de la ética laica.
Con Los diez mandamientos en el siglo XXI, Fernando Savater nos introduce en el mundo de la ética, que tan bien conoce.

23 de diciembre de 2011

Solzhenitsyn, Pablo Neruda. Alma Leticia León. Crónicas Universitarias


Las lecturas de esos días
Radio BUAP
Lecturas de los setenta

Alexander Solzhenitsyn ganador 1970, autor de Archipiélago Gulag obra que denuncia la estructura de represión del estado estalinista en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
El extenso texto, compuesto por piezas autónomas, fue redactado entre 1958 y 1967 en la clandestinidad y sin archivos, partiendo de la propia experiencia del autor y la de más de dos centenares de testimonios orales de aquellos compañeros de campos de concentración, prisión, «reeducación» y exterminio (gulag) que depositaron en él la triste historia de sus vidas.


Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; (Parral, Chile, 1904-Santiago de Chile, 1973) poeta chileno. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946 .Alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética


Patrick White, (Londres, 1912 - Sydney, 1990), autor de teatro, relatos cortos y novelas, obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1973. Pertenecía a una familia de pastores que estaba establecida en Australia desde muchas generaciones atrás. Ingresó en el Kings College de Cambridge para estudiar historia, pero decidió dedicarse a las lenguas modernas, por lo que hizo frecuentes viajes a Francia y Alemania. Después de varios años en que escribió poesía y cuentos para periódicos de Inglaterra, en 1939, durante un largo viaje a Estados Unidos, escribió su primera novela, El valle feliz,publicada en 1941http://www.biografiasyvidas.com/biografia/w/white.htm


Harry Martinson. Suecia. (1904-1978). Poeta , Dramaturgo. Fué marinero. Único Miembro de la Academia Sueca, de extracción popular. Bergman dirigió una de sus obras de Teatro. Su Poesía refleja su angustia por la irracionalidad nuclear, la eventual destrucción del planeta y la poca bondad en sus pares. Premio Nobel de Literatura 1974, compartido con su compatriota Eyvind Johnson, por una obra poética capaz de abarcar desde una gota de rocío a todo el universo.


El Premio Nobel de Literatura 1975 fue otorgado a Eugenio Montale "por su poesía distintivo que, con gran sensibilidad artística, ha interpretado los valores humanos bajo el signo de una visión de la vida sin ilusiones".
En 1976, Saul Bellow recibió el Premio Nobel de Literatura por lo que la Fundación Nobel llamó "el entendimiento humano y sutil análisis de la cultura contemporánea que se combinan en su obra.

Eugenio Montales. Italia. (Génova, 1896 - Milán, 1981) Traductor de: Cervantes, Shakespeare, Yeats y T. S. Eliot.   Libros de poesía:  Huesos de sepia, 1925.  La casa dei doganieri e altre poesie,1932.  Las ocasiones , 1939.  La bufera e altro, 1956.


Poeta español, nacido en Sevilla el 26 de abril de 1898 y fallecido en Madrid el 14 de diciembre de 1984, considerado uno de los grandes poetas españoles del siglo XX. Perteneciente a la Generación del 27, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1977. 


Isaac Bashevis nació el 21 de noviembre 1902, murió el 24 de julio 1999 fue un escritor estadounidense de origen polaco de cuentos y novelas en yiddish , utilizó el nombre su madre en la elaboración de su seudónimo "Bashevis" (hijo de Betsabé). Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1978.

Poeta griego nacido en 1911 en Herakleion, Creta. Su familia, que originalmente llegó de Lesbos, se mudó en 1914 a Atenas, donde Elytis, después de dejar la escuela, comenzó a estudiar leyes. Sin embargo no finalizó sus estudios y se dedicó completamente a sus intereses literarios y artísticos. Entabló amistad con el mayor defensor griego del surrealismo, el poeta Andreas Embirikos. En 1935 publicó sus primeros poemas en la revista Nea Ghrammata (Nuevas Cartas) y participó en la primera exhibición internacional surrealista organizada en Atenas ese año. Más tarde publicó La hora de los Desconocidos (1939) y El Sol el Primero (1943) son otros de sus libros de poemas. Elytis fue uno de los poetas más prominentes de la resistencia griega y la lucha por la libertad, ejemplo de ello es Canción Heróica y Elegía al Segundo Teniente Perdido en La Campaña Albanesa (1945). En 1960 se le otorgó el Premio Nacional de Poesía. De sus obras posteriores, en algunos casos ilustrados por el mismo autor o por sus amigos Picasso, Matisse, Ghika, Tsarouchis, pueden ser mencionados: Seis y Uno con Remordimientos por el Cielo (1960), El Soberbio Sol (1971), El Monograma (1971), El Ro de Eros (1972), Villa Natacha (1973), Maria Neféli (1979), y la colección de ensayos Open Book (1974).

Lituano de lengua polaca, poeta disidente pero crítico de la profesión de disidente, Czeslaw Milosz —de quien se puede leer en español Poesía, El pensamiento cautivo y la novela El valle de Issa, todo en Tusquets— encarna, en su escritura y en su vida, una de las conciencias morales y estéticas más ejemplares del siglo XX. Otro Premio Nobel, Seamus Heaney, hace el admirado retrato de uno de los exponentes más destacados de lo que se ha dado en llamar "poesía del mundo". (Seamus Heaney). http://www.letraslibres.com/revista/entrevista/czeslaw-milosz-0

1964. Mario Pedro Vargas Llosa. Alma Leticia León


Las lecturas de esos días
Radio BUAP
1964
Mario Pedro Vargas Llosa
Por Alma Leticia León

El  Boom latinoamericano estaba consolidado.  En 1963, se había publicado la obra que posicionó a sus autores  en Europa: “La ciudad y los perros”, de Mario Pedro Vargas Llosa. Pero el éxito más grande estaba por llegar con “Rayuela” de Julio Cortázar.
El mexicano, Carlos Fuentes, con su novela “La Muerte de Artemio Cruz” se reafirmaba como  una de las figuras centrales de este grupo,  en 1964 publicó “Cantar de ciegos”, volumen conformado por 7 cuentos en los que presenta un peregrinaje por una tierra hecha de espejismos que retroceden ante el afán del hombre.
Pero, en 1964 el acontecimiento en el mundo literario de México, lo marca la llegada transgresora de un joven de apenas 20 años: José Agustín, quien en ese año se dio a conocer con  “ La tumba” en la que el narrador de su propia historia es un muchacho de 16 o 17 años. Con esta obra se puso  nació  una narrativa novedosa, cargada de cinismo, de musicalidad, de frescura. Escrita por un joven, dirigida a los jóvenes con el idioma que manejaban los jóvenes, inaugurando así  la Literatura de la Onda.
En el ámbito internacional, el filósofo francés Jean Paul Sartre, dio la nota al rechazar el Premio Nobel de Literatura de ese año.  Luego de grandes especulaciones, fue el propio Sartre quien, en una entrevista a una prestigiada revista francesa explicó “…La mayoría de los diarios me han atribuido razones personales: estaría herido porque Camus lo había obtenido antes que yo...tendría miedo que Simone de Beauvoir se sintiera celosa, a lo mejor era un alma bella que rechazaba todos los honores por orgullo. Tengo una respuesta muy simple: si tuviéramos un gobierno de Frente Popular y que me hubiera hecho el honor de discernirme un premio, lo habría aceptado con placer. No pienso para nada que los escritores deban ser caballeros solitarios, por el contrario. Pero no deben meterse en un avispero…
Si hubiera aceptado el Nobel - y aunque hubiera hecho un discurso insolente en Estocolmo, lo que hubiera sido absurdo - habría sido recuperado. Si hubiera sido miembro de un partido, del partido comunista, por ejemplo, la situación hubiera sido diferente. Indirectamente hubiera sido a mi partido que el premio habría sido discernido; es a él, en todo caso, que hubiera podido servir. Pero cuando se trata de un hombre aislado, aunque tenga opiniones "extremistas" se lo recupera necesariamente de un cierto modo, coronándolo. Es una manera de decir: "Finalmente es de los nuestros". Yo no podía aceptar eso”…
Antes que Sartre, sólo Boris Pasternak, el autor de Doctor Zhivago, rechazó Nobel de Literatura en 1958.
Estas eran unas de las lecturas de esos días.

Octavio Paz por Alma Leticia León Salazar

Las lecturas de esos días
Radio BUAP

Octavio Paz
Alma Leticia León

En 1968 irrumpieron las protestas, tumultos y motines en Praga, Chicago, París, Tokio, Belgrado, Roma, México, Santiago...De la misma manera que las epidemias medievales no respetaban ni las fronteras religiosas ni las jerarquías sociales, la rebelión juvenil anuló las clasificaciones ideológicas", dice Octavio Paz en su Postdata a El Laberinto de la soledad.
En México los líderes del Movimiento Estudiantil leían a Carlos Marx y a Federico Engels, a Greorg Lukács y a Antonio Gramsci, a  Mao Tse-tung, a Ho Chi Min. Algunos a Lenin, otros  a Stalin. Discutían con José Revueltas sobre un proletariado sin cabeza. Estudiaban  El capital y El manifiesto comunista.
Jean-Paul Sartre, Herbert Marcuse. Simone de Beauvior, ya había impactado con su Mujer rota, dejaba claro que no sólo había un protagonista, sino, también, una protagonista, se leía a Herbert Marcuse,  —pensadores todos ellos que influyeron a los estudiantes parisinos—; eran conocidos, pero también  leían a Sergio Pitol, Salvador Elizondo, Octavio Paz, Julieta Campos, Salvador Novo, Juan José Arreola. José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis, fueron muy importantes para el 68”.
Escuchando a Los Beatles, los Rolling Stones, leían a los autores de moda; a los escritores de la onda: José Agustín, Gustavo Sainz y Parménides García Saldaña. Seguían las obras de Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Julio Cortázar. Cien años de soledad, La ciudad y los perros, Rayuela, eran las novelas del día. Manuel Puig con La traición de Rita Hayworth, ya era conocido.
Ese año, algunos se encontrarían con la literatura japonesa gracias a que Yasunari Kawabata,  se convirtió en el  primer autor japonés en recibir el Premio Nobel de Literatura.
Después del 2 de octubre, también las lecturas de los estudiantes de México, cambiaron.
El 3 de octubre, Octavio Paz  quién aseguraba que "el movimiento estudiantil en México era más ideológico que el de Francia o el de  los Estados Unidos, renunció a la Embajada en la India, porque no podía ser representante de un gobierno que mata a sus jóvenes.
Se empezó a escribir la crónica del 68:
 Paco Ignacio Taibo II, Elena Poniatowska, el mismísimo José Revueltas (ya escritor ya muy reconocido), Luis González de Alba, René Avilés Fabila, Monsivais, Roberto Bolaño, entre otros. Todos ellos, hcieron sus crónicas sobre el movimiento estudiantil.

“Las Batallas en el Desierto” de José Emilio Pacheco. Alma Leticia León

El cine de esos días
Radio BUAP

“Las Batallas en el Desierto”
Alma Leticia León
Las Batallas En El Desierto” de José Emilio Pacheco es la remembranza de un México ido, en el que predomina la radio, no hay televisión. Eran familiares las voces de Paco Malgesto, Carlos Albert, el Dr. I.Q. Había una ilusión en la modernidad, se transitaba de los gobiernos militares a los civiles. El progreso con Miguel Alemán era una realidad.
Es el México de fines de los cuarenta y principios de los cincuenta es el pasado que se convierte en un país extranjero como lo dice el propio epígrafe del libro. Es el México de la posguerra que ha dejado atrás la lucha armada, que genera grandes migraciones del campo a la ciudad, el país que inicia su proceso de industrialización y empieza a modificar sus usos y costumbres: no se toma tequila, sino whisky. En las mesas  de gente bien no se sirve chicharrón sino “platos voladores” ; se acabó el jabón,  llegaban  los. Y José Emilio Pacheco lo recrea con calidez y humor. Con un sentimiento de pérdida de algo irrecuperable y con cierta dosis de amargura.
Allí se da  una historia de amor imposible que tiene un desenlace amargo, Carlitos se enamora de Mariana, madre de su compañero y amante de un político muy cercano a Miguel Alemán. No sólo nadie entiende su amor sino que le dan una dimensión fuera de toda  proporción.
José Emilio Pacheco usa el idioma impecablemente. Cada adjetivo esta en su lugar, cada punto y coma tienen su razón de ser, lo que vuelve Las Batallas en El Desierto,  una delicia
“Qué antigua, qué remota, qué imposible esta historia. Pero existió Mariana… Demolieron la escuela, demolieron el edificio de Mariana, demolieron mi casa, demolieron la colonia Roma. Se acabó esa ciudad. Terminó aquel país. No hay memoria del México de aquellos años. Y a nadie le importa… Todo pasó como pasan los discos en la sinfonola”, escribe el poeta, pero es importante lo que nos narra el subtexto,  el escritor critico que es el fortalecimiento de un partido políticom el PRI,  cada vez más lejano a los postulado de la Revolución Mexicana y más cercano a las postura de derecha, que impulsaron a un Gustavo Díaz  Ordaz y a las actuales reformas a la Constitución referentes a considerar la vida desde la concepción del embrión.
Como los grandes narradores José Emilio Pacheco, nos estremece con la belleza del relato, pero nos alerta con  la historia de nuestro país.

Samuel Beckett por Alma Leticia León Salazar

El año en que llegamos a la luna

Alma Leticia León

La década de los sesenta concluyó. El 20 de julio de 1969 nos dijeron que astronautas norteamericanos llegaron a la luna. El hecho, contemplado con estupor por nuestros mayores, ahora es cuestionado,  dicen que la foto emblemática se hizo en un estudio cinematográfico, pero dos acontecimientos en el mundo de la literatura son irrefutables.
 El Premio Nobel de ese año fue para el maestro dramaturgo irlandés Samuel Beckett, cuestionador permanentemente de la capacidad de la literatura para liberar al hombre de su soledad, crea un teatro y una narrativa en apariencia inconexa, marcada por el absurdo, que reflejó la condición humana. Con un tono existencialista, explora la soledad y el desamparo del ser humano, creando el “teatro del absurdo” o “antiteatro”, que es estático. La acción se da sin trucos escénicos, con mínima escenografía despojada de simbolismos; los personajes son esquemáticos y los diálogos apenas sin esbozados. Samuel Beckett es la apoteosis de la soledad y la insignificancia humana; en su mundo no hay el menor atisbo de esperanza.
Para la crítica su obra maestra es Esperando a Godot (1953), pieza que se desarrolla en una carretera rural, junto a un árbol. Dos vagabundos esperan, un día tras otro, a un tal Godot, con quien al parecer tienen acordada una cita, sin que se sepa el motivo.
El otro acontecimiento se dio el mismo mes de julio de 1969. La narrativa latinoamericana, gracias a la novela Conversación en la catedral, consagró a un joven narrador: Mario Vargas Llosa, que sorprende con un estilo narrativo de aparente anarquía estructural. Entremezcla pláticas y acciones del pasado con otras del presente; palabras de uno con palabras de otro se confunden
"Zavalita" y "el zambo Ambrosio" conversan en el bar La Catedral. Es Perú en plena dictadura del general Manuel A. Odría. Ante cervezas envueltas en humo de cigarrillos, surgen las historias aparentemente sin conexión entre ellas. Voces narrativas se alternan para contar el pasado y presente de su país; la desesperanza de los personajes quedó grabada con la frase de Zavalita: ¿En qué momento se había jodido el Perú?
La novela, que conocemos en un volumen de más de 600 páginas, no era así en la edición de 1969. Seix Barral presentó dos libros: uno contenía los dos primeros capítulos y el otro los dos restantes. Cuentan que Vargas Llosa, lector ávido de la novela caballeresca, quería que su libro fuera como los de aquel género, una historia en varios libros. Por ello la novela está dividida en cuatro “libros”, y no capítulos. Quería publicarla en cuatro libros, literalmente hablando, pero cuestiones editoriales lo impidieron.
Samuel Beckett y Conversación en la catedra, son algunas de las lecturas de esos días

Enrique Cabrera Barroso por Alma Leticia León

Biografías
Radio BUAP

Enrique Cabrera Barroso
por Alma Leticia León

Enrique Cabrera Barroso nace en Puebla el 8 de febrero de 1938. Sus primeros estudios los realiza  en el jesuita Colegio Oriente. En 1957 llega a la escuela de Ingeniería de la UAP, donde inicia su participación en los movimientos políticos de la época. Al siguiente año ingresa al Frente Universitario Nacionalista,
después Bloque Liberal Universitario del PRI,  en el que, junto con Zito Vera Márquez, Antonio Pérez y Pérez y Benjamín García Corona  publican el periódico Juventud Revolucionaria, por lo que son expulsados por el dirigente estatal, el senador Donato Bravo Izquierdo. En 1959 junto con otros universitarios, hacen público un apoyo al movimiento ferrocarrilero por lo que fueron apresados y llevados al campo militar para ser amonestados.
En febrero de 1960 participa en la fundación del Comité Cívico de Acción Social, junto con Macario Pacheco Altamirano, Héctor Guillermo Pérez León, Manuel Sánchez Pontón, la FROC-CROC, asociaciones de colonos, comerciantes, estudiantes y otros, para oponerse a las alzas en la tarifa del teléfono y en el precio del pan, se reúnen en la Sociedad Mutualista de Dependientes, organizan una huelga de usuarios y diversos actos de protesta popular.
Ingresa a la masónica Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad (AJEF), junto con otros jóvenes como Joel Arriaga y Alfredo Romero Palma, participa en el círculo de estudios “José María Morelos y Pavón”, que imparte Luis Rivera Terrazas. De A ahí, como muchos otros ingresa al Partido Comunista Mexicano (PCM). En abril de 1961, a raíz del intento del ejército de EE. UU. de invadir Cuba, participa en la organización de una manifestación de apoyo a la isla, que fue agredida por la policía durante el mitin en El Sol de Puebla. Con este acto y con la huelga del 1 de mayo inicia el Movimiento de Reforma Universitaria que da como resultado una nueva Ley orgánica y el nombramiento de un nuevo rector.
Con motivo de esta lucha, Cabrera es recluido en la cárcel de San Juan de Dios el 14 de junio de 1961 es liberado hasta el 22 de agosto de 1962.
Participa en la formación del Movimiento de Liberación Nacional fundado por Lázaro Cárdenas. En 1964,mantiene una fuerte actividad política en la campaña del Frente Electoral del Pueblo de 1963-1964, que lanza la candidatura presidencial sin registro de Ramón Danzós Palomino,  a la que se incorpora de lleno y es candidato a diputado local, al mismo tiempo, dirige la protesta de los colonos afectados por el entubamiento del rio de San Francisco. En ese año, junto con Ramón Danzós Palomino, Bruno Martínez dirigentes de la CCI y una centena más de estudiantes, es detenido con motivo de la manifestación de estudiantes y estableros que demandaban la derogación de la Ley de Pasteurización de la leche.
Este movimiento triunfa con la caída del gobernador Antonio Nava Castillo, la derogación de la Ley de Pasteurización y la salida de los presos políticos.
Un año después, funda el periódico quincenal Pensamiento Democrático, de corte progresista.
En 1966, se vincula con los vendedores ambulantes y se mantiene activo como dirigente estudiantil, encabezando las protestas contra el rector José Garibay. En los consejos universitarios, en el Salón Paraninfo, en medio de decenas de estudiantes simpatizantes del rector Garibay, con apenas un puñado de opositores, increpa públicamente al rector y lo denuncia a pesar de las agresiones que pudiera sufrir.
Nuevamente, bajo múltiples cargos, el 15 de julio de ese año fue encarcelado, lo liberan a fines de 1967. Lo  obligadan a salir del estado, inmdediatamente después, por cuarta ocasión, es detenido en la ciudad de México el 2 de octubre de 1968, pasa varios días en el Campo Militar Nº 1, al poco tiempo vuelve a Puebla y se incorpora a las luchas políticas y sociales de fines de los años 60 y principios de los 70.
Encabeza una lucha interna por la democratización del PCM, junto con los integrantes de la Juventud Comunista, lo que lo lleva como Secretario General en Puebla, en 1969. Para 1970, la comisión coordinadora de la preparatoria popular “Emiliano Zapata” lo incorpora a su planta de maestros por su identificación con este movimiento y en reconocimiento de su participación política estatal y universitaria.
El 21 de noviembre de 1971 fue nombrado jefe del Departamento de Extensión Universitaria y Difusión Cultural donde logra una unidad de trabajo con los comités de lucha y con la Central Campesina Independiente, apoyando la lucha por la tierra que se daba en esos años en la sierra norte del estado de Puebla.
El 18 de octubre, el gobernador Gonzalo Bautista amenaza públicamente a los líderes del movimiento reformista universitario, entre ellos a Enrique Cabrera, esto luego de los asesinatos de Joel Arriaga y de Josaphat Tenorio y en medio de una compaña anticomunista encabezada por el propio gobernador.
El 20 de diciembre de 1972, alrededor de las 10 de la noche, Cabrera Barroso baja de un taxi frente a su casa, saca las llaves para abrir, y cuando se disponía a entrar, tres sujetos lo agredieron por la espalda, cae al suelo boca abajo, es acribillado con 15 tiros de pistola 380 y 38. En ese momento llega su hermano menor, quien correré detrás de los asesinos, pero éstos van bien custodiados por otros pistoleros que dispararan desde unos terrenos baldíos, donde dejan regados casquillos de M-1.
El gobierno y la prensa vendida acusó a los propios compañeros de Enrique Cabrera Barroso de ser los homicidas.
A 39 años del asesinato el crimen se mantiene impune.
Enrique Cabrera Barroso es uno de los forjadores de la Benemérita Universidad de Puebla.

El cine en México por Alma Leticia León Salazar

El cine en  México tiene una larga tradaición:  llegó a México casi ocho meses después de su triunfal aparición en París. El  6 de agosto de 1896, Porfirio Díaz y miembros de su gabinete presenciaban asombrados las imágenes en movimiento que dos enviados de los hermanos Lumière proyectaban con el cinematógrafo..
El éxito fue tal que de inmediato, Don Porfirio  acepto que los los franceses filmaran El presidente de la república paseando a caballo en el bosque de Chapultepec al que le siguieron otros 35 cortometrajes . Uno de los filmes de los realizadores franceses, titulado Un duelo a pistola en el bosque de Chapultepec, causó conmoción, ya que la gente no diferenciaba aún la realidad de la ficción.
En 1931 cuando se realizó la primera cinta sonora mexicana: una nueva versión de Santa, pero en 1898  el ingeniero Salvador Toscano realizó Don Juan Tenorio , que  es de hecho la primera cinta de ficción mexicana.
Posteriormente, Sergei Eisenstei, llegó a México y la semilla sembró sigue dando frutos, cineastas treintañero o veinteñeros cocntinuan en nuestros días recreando la escalera de Odesa.
Los años siguientes serán de esplendor con la llamada era de oro del cine mexicanos.
Pero cuando Corrían los años 70, el resentimiento de un 2 de octubre hizo que la gente volteara los ojos a la religión, El Presidente Luis Echeverría puso en manos de Rodolfo Echeverría, Rodolfo Landa –nombre artístico-  los destinos del cine nacional.
Directores, guionistas volteaban sus ojos a Europa, se asignó un presupuesto especial para el cine. Realizadores mexicanos que se fueron a estudiar cine a Europa, regresaron. También egresó una generación importante del Centro Universitario Estudios Cinematográficos, CUEC, como Paul Leduc y Alberto Bojórquez.
Se superan los chilly western,  se hace a un lado a las rumberas y se  opaca al Santo para generan un cine mas inteligente, mas pensado, un cine interactivo en el que el espectador tiene que conocer a los autores de guion, antecedentes históricos y encontrar en cada caracterización aquello que el guionista y director quieren dar a entender.
Surgen películas como  El castillo de la pureza, de Arturo Ripstein, 1972. Ángeles y Querubines, , Pafnucio Santo  de  Rafael Corkidi. La Cinta dividida en tres episodios. Dirigida en 1972 por Alberto Bojórquez (fe), Luis Alcoriza (Esperanza) y Jorge Fons (Caridad). Los meses y los días, La lucha con la pantera, de Alberto Bojórquez
Felipe Cazals Obtiene una beca para estudiar en el IDHEC de París, Francia, dirige  Canoa, y  las Poquianchis que hablan de hechos reales sin el amarillismo de costumbre pero si con un realismo desgarrador.
 El Principio, opera prima del realizador chihuahuense Gonzalo Martínez Ortega, quien llegó de la URSS donde estudio cine,  es un film poderoso , sobre los inicios de la Revolución Mexicana.
Juan Manuel Torres, fue becado  para estudiar dirección cinematográfica en la escuela de cine  de Lodz, Polonia, Su ópera prima Diamantes oro y amor,
Veremos Mecánica Naciona y Losl Albañiles de Vicente Leñero Los setenta terminan con una pelicula de denuncia, las Actas de Marusia, del chileno Miguel Littin.
Luego  aparecerán las ficheras, con lo cual terminó realmente un ciclo que da un lustre al cine en México y que nos deja ver que con dinero se pueden hacer buenas cosas.
Estas son algunas de las películas realizadas en los 70 de las que iremos hablando en el trascurso de Crónicas universitarias, que son parte del cine de esos días.

Carlos Monsiváis por Alma Leticia León Salazar

Con una prosa brillante y haciendo gala de vastos conocimientos culturales, el escritor mexicano Carlos Monsiváis da en los diez ensayos de uno de sus últimos libros, titulado "Escribir, por ejemplo", un registro posible de una tradición literaria que, afirma, "se subvierte a sí misma, se reconstruye, se inventa".
Considerado como maestro de la crónica y del ensayo, Carlos Monsivais fue un autor incansable, con una implacable capacidad crítica, que ejerció incluso contra las fallidas políticas de la izquierda.
El incansable Carlos Monsiváis reúne en las crónicas del amor perdido un muestrario de las personas que de diversas maneras, a veces insólito, muestran las facetas del estilo mexicano society.The particular de Monsiváis, desfilan ante el lector musical (Agustín Lara, José Alfredo Jiménez), onderos jóvenes de clase alta, cifras espectaculares (Fidel Velázquez, la Tigresa, Isela Vega, David Alfaro Siqueiros), un singular escritor ahogado por su figura (Rescatando Novo), un maestro de ceremonias de masas (Raúl Velasco) y los militantes de izquierda que con sus vidas y las muertes son lo esencial.
. Amor perdido es un intento de aplicar fórmulas no probadas en ese momento. Y de irlas desmenuzando en el camino. Con una clara intención periodística. Si un elemento recorre toda la obra de Monsiváis es el humor ácido unido a la inteligencia crítica. En el capitulo dedicado a Joel Arriaga lo hace con profunda seriedad
"comprometió su pensamiento" desde 1961 en la defensa de nuestra máxima casa de estudios, cuando los sectores más recalcitrantes de la derecha poblana desencadenaron una feroz ofensiva contra la misma para exterminar el movimiento de reforma universitaria que sólo exigía respeto al artículo tercero constitucional, defendía los libros de texto gratuitos, la educación pública y laica

Carlos Monsiváis (México, 1938) es uno de los intelectuales latinoamericanos de mayor prestigio, uno de los investigadores que conoce más a fondo las manifestaciones de la cutura popular y un punto de referencia ineludible en su país. uede decirse que se trata del padre de la crónica moderna en México. Sus innovaciones técnicas y la diversidad de registros que pueden observarse en sus textos, han cambiado la faz del género.

Juan Carlos Onetti por Alma Leticia León Salazar

Juan Carlos Onetti,  quien nació en Montevideo en 1908 y murió en Madrid, 1994,  el Novelista uruguayo, considerado no sólo el escritor más importante que ha dado la literatura de su país, sino uno de los máximos creadores de la narrativa en lengua castellana del siglo XX, sorprendió a los lectores mexicanos en 1961 con El astillero, una novela extraña que presenta seres que viven aislados en sus propios pensamientos y limitaciones. Larsen, el personaje principal, propietario de un prostíbulo,  vuelve al pueblo de Santa María para trabajar en el Astillero, llega cargado de suspenso, se prevé  una secreta venganza, va a desquitarse de no se sabe quién, de todos o de nadie. Lo intentamos conocer más que por sus actitudes por testimonios de otros personajes (de los cuales tampoco se tiene la certeza de la veracidad de sus aportes a la historia) por sus pensamientos.
Los personajes huyen de su realidad, van en busca de un paraíso que no encuentran, por lo menos en este mundo. Larsen llega  del  destierro con intenciones de revertir un pasado humillante y vengarse. Su único objetivo es llegar a entrar en la casa de Petrus, pero hasta el final de la novela no lo logra. Petrus es el dueño del astillero arruinado y padre de Angélica Inés. Cuando parece que Larsen que tendrá una vida nueva, pero pronto desaparecerá.
El ambiente es asfixiante, desesperante, en un  mundo opresivo, o en ese mundo que Onetti llama Santa María, la ciudad imaginaria, como Rulfo lo llamo Comala o García Márquez, Macondo, un pedazo, que podemos adivinar de Latinoamérica, sin salida.
El antecedente de Santa María, está en La vida breve (1950), su primera obra maestra y desde  esa novela, los personajes transitarán a El astillero pues también los encontraremos en Juntacadáveres,  de 1967. Y en El astillero sabremos que Larsen es Juntacadáveres, asi lo llaman en dos o tres ocasiones.
El lenguaje usado por Onetti es e inédito en la narrativa hispánica y sus personajes y secuencias van a transitar de una novela a otra de la trilogía de Santa María con naturalidad, ceden el protagonismo en cada uno de los capítulos de la obra sin dejar que cada una de las sean completas, acabadas.
El astillero, es una de las lecturas de esos días.

La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes por Alma Leticia León Salazar

La primera edición de La muerte de Artemio Cruz  apareció en mayo de 1962, fue publicada por  la Colección Popular del Fondo de Cultura. Carlos Fuentes tenía 34 años y había publicado ya otros libros, entre ellos la novela La región más transparente y Las buenas conciencias  en 1958 . Asi como el relato mágico de Aura (también aparecido en 1962). La atención que  despertó por esas obras primeras se convirtió en general admiración con esta novela y lo colocó  como uno de los grandes renovadores de la novela de los 60. Cinco décadas después ésta sigue siendo una de sus piezas fundamentales.
Está novela se presenta  como la biografía del oscuro  personaje del título, cuyo múltiple papel dentro de la Revolución Mexicana refleja contradictorias fases: líder, diputado, traficante de influencias políticas, hombre de negocios internacionales, magnate del periodismo, etcétera.
No son capítulos los que dividen la obra sino fragmentos de su vida que son evocaciones de hechos públicos y privados de Artemio Cruz que hace desde su lecho de muerte, una cama de hospital. Lo que le da un toque luctuoso a la biografía narrada en retrospectiva. Todo se inició apenas, ayer, recuerda, el  9 de Abril de 1959, a su  regreso de un viaje de negocios a Hermosillo. Luego,  una operación de urgencia y su mente divaga, recuerda su vida en forma confusa. Un vertiginoso vaivén de tiempos y espacios vividos y revividos por una sola persona, pero que va mostrando el pasado, presente y el futuro que pueden ser de nuestro país.
La dispersión en la estructura de la novela, con una marcada influencia del montaje cinematográfico va mostrando una serie de piezas sin orden cronológico, el lector tendrá que irlas acomodando en el tiempo y en el espacio. También tendrá que sacar sus propias conclusiones, pues como se verá al final, el autor niega un dato clave para acceder a una verdad definitiva sobre el personaje.  Será el lector quien decida si Artemio Cruz fue un héroe o un traidor de la Revolución Mexicana. ¿Un líder? ¿O un manipulador de la información?. El lector deberá encontrar esa pieza que complete el rompecabezas que  presenta la vida de Artemio Cruz.
Carlos Fuentes nos narra una eterna historia, nos muestra la  fascinación de la  ascensión y  la caída y del héroe, acto en el que arrastra, trágicamente, a su pueblo entero.
La muerte de Artemio Cruz, es una de las lecturas de esos días

Julio Glóckner Lozada por Alma Leticia León Salazar

En el seno de una familia humilde, formada por  Enrique Glóckner y Clara Lozada, y a unos cuántos meses de que se inicie la Revolución, nace en Puebla, Julio Glóckner Lozada.
En 1916 inicia su instrucción primaria en la Escuela León Guzmán en México, Distrito Federal, la que termina en 1922 en la escuela oficial “Gabino Barreda” en la ciudad de Puebla.
La secundaria y parte de la preparatoria las cursa en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, Oaxaca.
Para 1930 Termina sus estudios de preparatoria, en el Colegio del Estado, hoy Universidad Autónoma de Puebla, donde estudia la carrera de medicina. Obtiene el t{itulo. al presentar su examen profesional  con la Tesis que sustenta: “Tratamiento de esquizofrenia con el shock insulínico”. En abril del siguiente año recibe el Título de Médico Cirujano y Partero.
1938-75 Atiende su consultorio particular.
1940-67 Imparte diferentes cátedras en varias escuelas de la Universidad de Puebla, que a partir de 1956 será Universidad Autónoma de Puebla, en donde también imparte la cátedra de Biología en la facultad de Medicina.
A finales de la década de los 50 viaja a los Estados Unidos, en donde realiza estudios de especialización en Venereología, en la Universidad de Stanford en California. Estos conocimientos lo sitúa  en Puebla  como el primer especialista en enfermedades venéreas,
De 1950 a 1967 Imparte las cátedras de Química Biológica, Farmacología, Fisiología Patológico.
Por su carrera de docente en la Universidad Autónoma de Puebla, en 1960 recibe la Medalla a la Constancia en el magisterio,
1961, el 9 de mayo, es nombrado, por aclamación, Rector de la Universidad Autónoma de Puebla por los estudiantes “Carolinos” agrupados en el Comité Estudiantil Poblano. Es el líder indiscutible del Movimiento de Reforma Universitaria. Tiene gran popularidad y prestigio entre el estudiantado con el que se identifica plenamente.
Es en esa gestión de escasamente 77 días, que  se conforma un programa que se conoce como el “Ideario de Reforma Universitaria”, en el que se recogen muchas de las aspiraciones que se enarbolan en la lucha. De acuerdo a la nueva Ley Orgánica expedida el 25 de julio de ese mismo año, el gobernador nombra como Presidente del Consejo del Gobierno al Lic. Arturo Fernández Aguirre, con lo que se da por terminado el rectorado del Dr. Julio Glóckner por parte de los “carolinos” y el del Lic. Armando Guerra del grupo encabezado por el FUA (Frente Universitario Anticomunista).
Posteriormente es Director del Instituto de Biología y Medicina Experimental de la Universidad Autónoma de Puebla. También realizó otras actividades fuera de la Universidad, Da clases de Biología en la Preparatoria del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), trabaja como médico en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es Presidente de la Comisión de Honor del primer Sindicato Nacional del IMSS, participa en varios Congresos de Medicina nacionales y estatales, y habla varios idiomas.
Era Mazón, pertenecía a la Gran Logia Emancipadora de Puebla, en donde alcanza el grado 18, fue militante y fundador del entonces Partido Popular en tiempo de Lombardo Toledano. Después de su muerte se le otorga el grado 33.
En 1967, la Federación Estudiantil Poblana (FEP) fue dirigida por el grupo del Partido Comunista, con quien el entonces director fundador del Instituto de Biología e Investigación Médica, se había confrontado, pues él -como lo reconoció públicamente en varias ocasiones, sabía perder y como se la había  jugado con el grupo contrario, el encabezado por el rector José F. Garibay Ávalos. Por ello no le extrañó  la sentencia de expulsión, votada por mayoría del Consejo Universitario el 22 de noviembre de 1967, fue inapelable.
1975 Muere en la ciudad de Puebla de Zaragoza, el 20 de diciembre.
A 36 años de su muerte, Glóckner sigue despertando la misma pasión que despertó en vidas, lo aman o lo odian. Está expulsado de la UAP, pero el Auditorio de la Escuela de Medicina, lleva su nombre. Independientemente de los apasionados juicios que se le hacen, hay una opinión que comparten todos: Julio Glockner Lozada, es un personaje fundamental que contribuyó a  forjar la Universidad Autónoma de Puebla.

Carlos Fuentes por Alma Leticia León Salazar

La década de los sesenta es muy rica en la producción literaria en México. En 1962 aparecen dos novelas del joven escritor Carlos Fuentes: Aura y La Muerte de Artemio Cruz. Hoy nos ocuparemos de la primera, Aura, para  la que su autor escogió como epígrafe una cita del libro “La Bruja” de Jules Michelet, publicado en 1862:
“El hombre caza y lucha. La mujer intriga y sueña; es la madre de la fantasía, de los dioses.  Posee la segunda visión, las- alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y de la  imaginación... Los dioses son como los  hombres: nacen y mueren sobre el pecho de  una mujer... “
Es la entrada a una novela mágica ubicada en un ambiente completamente misterioso, siniestro. La casa de la señora Consuelo, que parece una casa de brujas en un cuento de hadas. Una novela corta o cuento largo, que se presenta con una propuesta innovadora de narrativa  contada  en segunda persona del singular, del presente y futuro, por un narrador omnisciente, un narrador que lo sabe todo, tan es así que nos cuenta gran parte de la historia en futuro con un estilo innovador. Narrado así hace que el lector se sienta el protagonista del relato
En Aura nos cuenta como Felipe Montero, joven historiador que a través de un anuncio en el periódico, es atraído por un muy buen sueldo, llega a una antigua casa en el viejo centro de la ciudad. Es requerido para organizar y reescribir las memorias de un coronel francés que peleó y luchó en México. Consuelo, la anciana  la viuda del coronel, y Aura, su joven sobrina, viven en esa casa. A él le impresiona  la belleza de la sobrina que decide quedarse en la casa, pese al desagrado que le causa vivir en la vieja y oscura casa, donde muy pronto  empiezan a suceder cosas extrañas. Entre la realidad y la fantasía, Felipe vive un romance con Aura y está convencido de querer llevársela de allí. La anciana perece dominar a la sobrina y, ambas, actúan de forma similar, como coordinando gestos y movimientos. Felipe pierde el sentido de la realidad, entre los sueños y la vida diurna.
La historia se ubica en 1961, en el México que vivió su autor, Carlos Fuentes, ejemplo de ello es el párrafo que se refiere al centro de la Ciudad de México cuando el protagonista busca  la calle de Donceles 815 y dice  "este conglomerado de viejos palacios coloniales convertidos en talleres de reparación, relojerías, tiendas de zapatos y expendios de aguas frescas…
Aura es una de las mejores narraciones de Carlos Fuentes. Una historia magistralmente escrita. En Aura se pierde la línea divisoria entre la realidad y la ficción. Una novela que va más allá de ser una historia de apariciones, más allá de fantasmas, es una historia de amores encontrados en un tiempo suspendido, sin límites entre el presente y el futuro, que explora en las obsesiones más profundas de los seres humanos y el amor.
Este relato y Carlos Fuentes, son parte de las lecturas de esos días.

Joaquín Ancona Albertos por Alma Leticia León Salazar.

Nació en México, D.F. en 1893. Hijo del historiador y literato Eligio Ancona. Se recibió de ingeniero civil en Mérica, Yuc. Ocupó varios cargos públicos en ese estado, y fue director de la Biblioteca Cepeda Peraza en la ciudad de Mérida, y rector de la Universidad de Yucatán (1936-1942).  Pero llegó a Puebla gracias a su libro Lecciones de Cosmografía, escrito como resultado de la cátedra de de Aritmética, Matemáricas y Cosmografía que impartió durante varios años en esa Universidad. El astrónomo Luis Enrique Erro,  conoció la publicación y lo invitó a colaborar  al Observatorio Astrofísico de Tonanzintla,  del que era director.
 En  Puebla pronto se relacionó con Horacio Labastida Muñoz, quien al llegar a la rectoría de la Universidad de Puebla, lo llama a colaborar y con él,  asume la dirección de la Escuela de Ingeniería Civil en 1953. Posteriormente,   junto Luis Rivera Terrazas funda en esta Casa de Estudios, la primera escuela de Física de la provincia mexicana, de la que es director 1954 a 1956 . La que pronto logró prestigio no sólo nacional sino también internacional. Pero recibiría fuertes embates con el propósitode destruirla, que el maestro Ancona Albertos resisitió  como parte de la planta de docentes, primero y luego como su director. Fue catedrático  20 años . Miembro del Consejo de Honor de la universidad en 1956, nombrado por el gobernador Maximino Ávila Camacho.
DECANO en funciones de director, de la Escuela de Ciencias Físico -  Matemáticas, en 1963.
CONSEJERO MAESTRO en diversas ocasiones y representado a diversas escuelas de la institución.
Autor de varias obras didácticas. Miembro del Ateneo de Ciencias y Artes de México y de
Entre los legados más maravillosos de este científico, se encuentra su hija, Maricarmen Ancona Herrera, la legendaria maestra Ancona, de las primeras mujeres egresadas de la escuela de Física de la Universidad de Puebla.
Joaquín Ancona murió en Puebla, Pue, el 7 de febrero de 1971

Gastón García Cantú por Alma Leticia León Salazar.

Gastón García Cantú nació en la ciudad de Puebla el 3 de noviembre de 1917. Hizo sus estudios primarios con maestros  particulares. A  los 12 años ingresó al Colegio del Estado para cursar el bachillerato, y al concluirlo, entró a la escuela de derecho. A decir de sus biógrafos, en   estos años se despierta  su interés por la historia y por la literatura.
Su carrera periodística se inicia En 1945 al se funda El Sol de Puebla es  nombrado subdirector. El desempeño propio y el de sus reporteros es el de periodismo honesto y libre, lo que le costó perder su puesto cuando se negó a cumplir las órdenes directas del coronel García Valseca, para encubrir la culpabilidad del asesino del licenciado Ignacio Andraca Malda, un caso muy sonado en la época.
En 1945 participa en la fundación de la Revista Cauce, asamblea de jóvenes intelectuales poblanos, a quienes encauza en la idea de México. Es también el año en que inicia su carrera periodística como director de El Sol de Puebla, y donde forma un magnífico cuerpo de redacción integrado, en su mayor parte, por universitarios. Periodismo limpio, valiente, vertical fue el ejercido por Gastón García Cantú desde la primera tribuna que ocupó.
Después de esa experiencia  reingresa a la Universidad de Puebla, el rector, Horacio Labastida Muñoz, lo  nombró Director de la escuela Preparatoria, en la que estableció un plan de estudios muy completo, basado en el equilibrio de las ciencias y las humanidades, fundando la cátedra de "Sociología Mexicana", la que impartió personalmente.
En 1952 fue nombrado director de la Hemeroteca de la Universidad de Puebla, de la Hemeroteca "Juan Nepomuceno Troncoso",  que no era, entonces, más que un enorme depósito de periódicos, revistas y folletos. Él no solamente ordenó y clasificó ese acervo, sino que, con medios económicos logrados por sus gestiones personales, adaptó el local en el que se dio servicio al público en general y a los investigadores en particular.
Fue esa una época inolvidable en la vida cultural de la Universidad Autónoma de Puebla .   Cada semana llegaba a dar conferencias   uno de los más importantes intelectuales mexicanos; exposiciones de pintura, conciertos extraordinarios. Alfonso Reyes, José Vasconcelos, Rodolfo Usigli, Carlos Pellicer, Agustín Yáñez, entre los escritores; Julián Carrillo, el descubridor del sonido 13, , entre los artistas que estuvieron en el salón Barroco, lo mismo que científicos como Manuel Sandoval Vallarta y Graeff Fernández.
Gastón García Cantú perteneció también al Seminario de Cultura Mexicana como miembro de la corresponsalía poblana. Luchó incansablemente por la conservación del patrimonio cultural de Puebla, y al frente de un pequeño grupo de universitarios salvó de la destrucción los murales de la Casa del Dean y su fachada, la única que llegó a nuestros días sin reformas desde su construcción en el siglo XVI.
La recompensa que obtuvo García Cantú por ello, fue el exilio. Había tocado intereses muy altos, y tuvo que trasladarse a la capital de la República. Allí reanudó sus labores periodísticas, como coeditor del suplemento "México en la cultura" del diario Novedades.
Desafortunadamente para la Universidad de Puebla, pero como un reconocimiento al prestigio intelectual que ya había alcanzado Gastón García , fue llamado a codirigir el suplemento dominical de Novedades, México en la Cultura, que por más de una década fue el rector de la vida cultural de nuestro país.
Luego ingresó al Instituto Indigenista, y más tarde a la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que realizó una gran labor como Director del Departamento de Extensión Universitaria.
En el 68, el rector Barrios Sierra lo nombró jefe de información, cargo que ocupó durante los meses que duró el conflicto, y García Cantú fue el responsable de manejar la política noticiosa en momentos tan graves para la Universidad y para el país.
Después, el Consejo Universitario le dio el nombramiento de catedrático extraordinario en la facultad de Ciencias Políticas,  de la que sigue siendo profesor emérito.
En el gobierno de López Portillo ocupó la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y dejó su huella en la dignificación de todas las zonas arqueológicas de México.
Al término de su gestión estuvo un año en España, y realizó el sueño de su vida, al volver nuevamente a la apasionada revisión de libros y documentos en la Biblioteca Nacional de
Madrid.
Al regresar a México reanudó su labor como articulista de Excélsior. Todas estas actividades no le impidieron escribir más de veinte libros y cien fascículos.
Entre   sus  obras  destacan,   "Desafíos a la nación" (1958), "El Mediterráneo americano" (1960), "Cuaderno de notas" (1961), "Papeles públicos" (1962), "La revolución de independencia" (1964), "Utopías mexicanas" (1964), "El pensamiento de la reacción mexicana" (1964). También es autor de: "El socialismo en México en el siglo XIX" (1969), "Las invasiones norteamericanas en México" (1971), "Conversaciones con Javier Barros Sierra" (1972), "Universidad y antiuniversidad" (1973), "Política mexicana" (1974), "Torre de marfil" (1983), "Cruce de caminos" (1986), "El desafío de la derecha" ( 1987) y "Años críticos. La UNAM 1968-1987" (1987).
Las   invasiones  norte -americanas en México y la monumental Idea de México, en seis volúmenes.
Sus artículos periodísticos le valieron, en 1994 recibir el Premio Nacional por artículo de fondo.
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla honró a uno de sus mejores hijos, Gastón García Cantú, con el grado de Doctor Honoris Causa en 1994, y él le correspondió dedicando su obra monumental a la presente y a las futuras generaciones de nuestra Casa Máxima.
Gastón García Cantú murió el 3 de abril de 2004 ". Sus biógrafos destacan, como un acto postrero de coherencia política e  intelectual, García Cantú donó su biblioteca privada a su alma mater, la  benemérita Universidad Autónoma de Puebla.  Asimismo, de forma inmediata, cumpliéndose la voluntad del escritor, sus restos fueron cremados y las cenizas esparcidas en los cerros de Loreto y Guadalupe, ubicados en su tierra natal.

Frantz Fanon por Alma Leticia León Salazar

LOS CONDENADOS DE LA TIERRA
Frantz Fanon
Resultado de sus experiencias como médico psiquiatra y luchador por la liberación del pueblo argelino y de los pueblos del África;
ha servido de guía y alimento espiritual en las luchas de la liberación de los pueblos herederos de la colonización europea, que hoy integran el conjunto de países subdesarrollados o del Tercer Mundo.

Premio de la Novela ESSO por La mala hora (1961)
1955: La hojarasca.
El coronel no tiene quien le escriba es una novela publicada por el escritor colombiano Gabriel García Márquez en 1961. Se ha dicho de esta breve novela que es una de las más emotivas que haya escrito García Márquez, y su protagonista, aquel viejo coronel que espera la pensión que nunca llega, es considerado como uno de los personajes más entrañables que haya creado el novelista cataquero.
En Los funerales de la Mamá Grande, lo conforma 8 cuentos. n Los funerales de la Mamá Grande, Gabriel García Márquez va forjando Macondo y perfeccionando su realismo mágico1962: La mala hora
Paradiso. de José Lezama Lima

Hablar de abandonados de la Tierra es intentar entender
desde una nueva perspectiva a los millones de personas que viven
en condiciones precarias y que están dentro de la categoría
de pobreza. Es referirse a los esclavos negros de las ex colonias
europeas; personas capturadas mediante cruentas estrategias
que cobraban numerosas víctimas para luego ser comercializadas…
escribió un libro fascinante, que pocos años
después se convertiría en el libro de cabecera de toda una generación
de hombres y mujeres del Tercer Mundo que lucharon por
su dignidad, incluida su libertad.
LOS RECUERDOS DEL PORVENIR (1963, PREMIO XAVIER VILLAURRUTIA), TESTIMONIOS SOBRE MARIANA (1981), REENCUENTRO DE PERSONAJES (1982), LA CASA JUNTO AL RÍO (1983), Y MATARAZO NO LLAMÓ (1991), INÉS (1995), BUSCA MI ESQUELA (1996, PREMIO SOR JUANA INES DE LA CRUZ), PRIMER AMOR (1996), UN TRAJE ROJO PARA UN DUELO (1996), UN CORAZÓN EN UN BOTE DE BASURA (1996).
 Mientras en  Alemania se construía el Muro de Berlín y la canción “La respuesta está en el viento…” de Bob Dylan, recorría el mundo, en México Rosario Castellanos publicaba su segunda novela “Oficio de tinieblas”, era 1962.
recrea el conflicto que se da entre los indígenas tzotziles y los ladinos o coletos, en aquel Viernes Santo de 1868, cuando un numeroso grupo de chamulas que acudían a una peregrinación al pueblo de Tzajalhemel, crucificaron al niño Checheb para sustituir con la ejemplaridad de ese Cristo nativo,  la devoción por Jesús.


Este hecho, aunado a otros, desencadenó un conflicto, en donde miles de indígenas se enfrentaron al gobierno chiapaneco, para exigir la liberación de los intelectuales indígenas de aquel acontecimiento. Fue la Guerra de Castas chiapaneca.
Por Ciudad Real, Rosario Castellanos obtuvo el premio Xavier Villaurrutia en 1961.
Balún Canán, fue su primera novela, lleva ya un gran número de ediciones y ha sido traducida a muchas lenguas. Esta novela junto con Ciudad real, su primer libro de cuentos, y Oficio de tinieblas, su segunda novela, forman la trilogía indigenista más importante de la narrativa mexicana de este siglo.

Elena Garro por Alma Leticia León Salazar,

A principio  de los sesenta  apareció en México una novela Considerada por  el Jorge Luis Borges como una de las grandes de la literatura fantástica. Los recuerdos del porvenir,  de la narradora poblana, Elena Garro. La historia  se teje en torno a un episodio de la guerra cristera en Ixtepec, un pueblo escondido en el territorio mexicano, él, el pueblo, es quien nos cuenta la amarga historia de los hermanos Moncada.
"Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Sólo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfiguro en multitud de colores y de tiempos. Estoy y estuve en muchos ojos. Yo sólo soy memoria y la memoria que de mí se tenga".
Los  personajes son enigmáticos y sorprendentes, mujeres  que mantienen una constante en la narrativa de Elena Garro: la persecución, el hostigamiento físico y emocional.  Ellas y ellos que a fuerza de olvido y tedio se han quedado inmóviles en la bruma de la desesperanza, como en el juego infantil de  los Moncada, que transforma en piedra a quien toca
Pero antes de esta novela, ganadora del Premio Xavier Villaurrutia 1963, Elena Garro ya era una reconocida dramaturga con  Un hogar sólido, ya había llevado al teatro también el realismo mágico pues  recrea la historia de una familia que, desde ultra-tumba, espera impacientemente la llegada de Lidia, último miembro que falta por morir.
Una narradora magistral que no acaba de recibir el reconocimiento que merece y que se convirtió en autoexiliada después de los acontecimientos del 2 de octubre de 1968  año recordado por muchos mexicanos y mexicanas como el año del genocidio estudiantil. Señaló a intelectuales como Luis Villoro, Emmanuel Carballo, Leopoldo Zea, Rosario Castellanos, José Luis Cuevas, Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Víctor Flores Olea, Leonora Carrington, y el poeta Octavio Paz, su ex esposo y padre de su hija,  como los organizadores del movimiento estudiantil:
Yo culpo a los intelectuales de ser cuanto ha ocurrido. Esos intelectuales de extrema izquierda que lanzaron a los jóvenes estudiantes a una loca aventura… que ha costado vidas y provocado dolor en muchos hogares mexicanos. Ahora como cobardes, esos intelectuales se esconden…
Luego de estas las incendiarias declaraciones una de las mejores escritoras del siglo XX. Elena Garro, se fue de México y continuo su carrera  en Europa.