Sin aliento, para el cine mexicano
Opinión
Alma Leticia León
- 2007-02-07•Cultura
Milenio Puebla
Las nominaciones para los premios Oscar de los directores de cine Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón serán un impulso importante para sus carreras. Lo que no significa que lo vaya a ser para el cine mexicano.
Como espectador desinformado es comprensible que estas nominaciones causen júbilo, pero que autoridades traten de colgarse del éxito estrictamente personal de los cineastas es una burla.
Estos autodenominados “braceros de lujo”, recordemos cómo Iñárritu al entrevistarse con el goberneitor Schwarzenegger le gritó: “Señor, yo sí traje mi pasaporte”, han declarado que hacen cine fuera de México porque aquí no hay trabajo. Igual que millones de compatriotas que cruzan la frontera.
Una de las actividades culturales que menos apoyo oficial recibe en el país es el cine. Cuando un joven quiere estudiar cinematografía, las opciones públicas son el Centro Universitario de Estudios Cinematográfico (CUEC) de la UNAM y el Centro de Capacitación Cinematográfica del Cenart, cuyo acceso es casi imposible: de 800 solicitudes de ingreso, en cada una de las instituciones, son aceptadas 15, respectivamente. Cuáles son los criterios para aceptar o rechazar? Sólo Dios sabe. El mismísimo González Iñárritu fue rechazado en el CUEC.
Los diputados no sólo tienen qué felicitar a los cineastas, sino impulsar leyes que protejan al cine. Entre los grandes males que padece la industria están la distribución y exhibición de las cintas; no existe ninguna restricción para la exhibición de películas extranjeras. En Brasil, por ejemplo, hay disposiciones legales que limitan la exhibición de cintas extranjeras Aquí tienen vía libre las de películas extranjeras. Nuestras salas son invadidas por Hollywood, que aparece como enemigo de la industria nacional.
Hay ordenamientos tendientes a proteger a la industria, como el artículo 226 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, que contiene un estímulo fiscal que permite a personas físicas o morales canalizar hasta 10% de lo que pagarían de ISR a la producción cinematográfica nacional, pero Hacienda no lo cumple.
Sólo falta que Felipe Calderón felicite a la triada de cineastas, después de que una de sus primeras disposiciones fue un recorte presupuestal de 30% al sector de cultura para 2007.
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