Por Álvaro Ramírez Velasco
Lunes, 12 de Marzo de 2012. Puebla, Puebla. La proclama se tornó sollozante, triste, impotente; las lágrimas llevaron humedecida la exigencia de justicia real, con el emplazamiento a las autoridades a la promulgación de una ley que castigue en Puebla todos los tipos de discriminación; el adiós a Agnes Torres Hernández unió a defensores de los derechos humanos en el zócalo de la capital poblana, quienes condenaron con rabia el asesinato, “el exterminio brutal”, de la activista transexual.
Colectivos de distintas causas se unieron a la comunidad Lésbico, Gay, Transexual y Bisexual (LGTB) para dar simbólicamente el adiós a la psicóloga y defensora de los derechos de identidad, que este sábado fue asesinada en las cercanías de Atlixco.
¿Por qué?
En el aire fresco de la tarde nublada, en medio de un incipiente amago de lluvia, volaron desesperadas decenas de interrogantes:
“¿Por qué la Procuraduría General de Justicia del estado de Puebla (PGJ) ocultó por más de 24 horas la identidad del cadáver? ¿Buscaban que nadie lo reclamara, que pasara inadvertido?
“No basta saber quiénes fueron; es indispensable saber también por qué lo hicieron. De otro modo no habrá justicia verdadera”, fueron algunos de los cuestionamientos de los oradores que recordaron a Agnes.
Crimen de odio
El rostro de ella, otrora él, Abraham Torres Hernández, apareció en cartulinas y hojas de papel entre la multitud que acudió con la certeza de que el crimen fue “por odio, por homofobia“.
Un crimen, coincidieron varios de ellos, que se enmarca además del rechazo a los homosexuales, igual en el feminicidio, en la misoginia, pues Agnes había concluido ya su transformación y era la punta de lanza en Puebla de la defensa de los derechos de identidad, por el reconocimiento de la nueva persona que, a pesar de haber nacido hombre, se proclamaba mujer.
El ocultamiento de la PGJ
Entre lágrimas de sus amigos y seguidores, hubo tiempo para recordarla, en sus últimas horas, luego de una charla con una de sus amigas: “fui la última que habló con ella, al otro día le mandé mensajes para que comiéramos juntas, pero ya no me contestó”.
Fue hasta que se activaron las alertas de sus amigos y que se dio a conocer su desaparición en las redes sociales, cuando la PGJ salió a reconocer que el cadáver hallado el sábado era de la activista.
La situación ahonda la rabia y dolor de la comunidad LGTB, que ya no confía en las autoridades, que no dejará que el crimen quede impune.
El piso mínimo de demandas
En medio de los oradores, el activista Brahim Zamora expuso su “piso mínimo” de demandas, un pliego que busca poner fin a los crímenes contra homosexuales que, en lo que va del año, ya suma seis casos.
La promulgación de la Ley Estatal para Prevenir y Erradicar la Discriminación, que lleva seis años en la congeladora legislativa; una ley de identidad sexogenérica, la “Ley Agnes Torres Hernández“; sanciones claras y contundentes a servidores públicos que incurran en actos homofóbicos o discriminatorios; una oficina especializada en Derechos Sexuales y Reproductivos, en la Comisión de Derechos Humanos.
Asimismo, la creación de una fiscalía especializada en delitos por razones de género en la PGJ; que el gobernador decrete el 17 de mayo como Día Estatal Contra la Homofobia; que todas las dependencias reciban capacitación permanente sobre diversidad sexual, así como garantías y protección para los defensores de los Derechos Humanos. (El manifiesto completo se encuentra enhttp://www.facebook.com/OCDSyR).
Las demandas, advirtieron, son ajenas a “cualquier intento de lucro político o partidista”.
Diálogo público y abierto
Entre las medidas que tomará la comunidad, está la petición, en los próximos días, de un diálogo público y abierto con las autoridades que toman las decisiones en el estado.
Desde este martes, comenzarán las solicitudes de encuentros con el secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto; el procurador de Justicia del estado, Víctor Antonio Carrancá Bourget; el diputado local panista Mario Riestra Piña, y el titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Adolfo López Badillo.
Sigue con nosotros
Las veladoras en el suelo rodeaban las fotos de Agnes, mientras los oradores reprochaban que en las mismas instituciones, en el Congreso del estado, se fomente la homofobia, en alusión a los comentarios que realizó el viernes pasado el diputado de Nueva Alianza, Héctor Alonso Granados.
Con las manos alzadas y las fotos de ella en lo alto, con la bandera del arcoíris de luto, aseguraron que Agnes no se ha ido, que “sigue aquí y nos va a seguir protegiendo, con una ley contra la discriminación”.
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