La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

25 de octubre de 2011

“Si no entendemos las relaciones de género no entendemos nada”


Rita Segato estuvo en Neuquén brindando una charla sobre “Los cuerpos de las mujeres como territorios de violencias”. No fue una conferencia, se trató primero de un recorrido por su carrera académica, por el proceso que la llevó a elaborar conceptos, a comprenderlos. Y en segundo lugar fue un diálogo, con una perspectiva horizontal, con las y los asistentes, que preguntaron, se sacaron dudas, intercambiaron inquietudes.

Por Melina Fit


Segato fue invitada por la Colectiva Feminista La Revuelta en el marco de las actividades por el Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, porque ellas consideran – al igual que la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratutio que integran, y muchas organizaciones más- que negar el derecho a las mujeres de interrumpir un embarazo no deseado es violencia.
Segato es argentina pero está radicada en Brasil, país donde realizó la mayoría de sus estudios de género, sobre mujeres, sobre violencias, sobre comunidades afro-brasileras, entre muchos otros temas. Es antropóloga e investigadora.
Uno de los ejes que estructuró la charla fue una concepción sobre la mirada que deben tener los y las investigadoras, periodistas, comunidad en general. Una posutra ante el problema. “Es necesario disponibilizarse, estar disponible. No llegar a las cosas con nuestros marcos, con nuestras preconcepciones”, explicó la especialista. Y a continuación relató un ejemplo sobre lo que implica estar disponibles: “En el Congreso sobre Trata realizado en Trelew fui a unos talleres que eran sobre un caso muy triste de una niña que había sido violada, luego asesinada y el cuerpo quemado. Las personas que conducen el taller hablaban de la justicia que actuó mal y de la familia que también actuó mal por un pariente violador. Todo mal, el polo familiar y el estatal, entonces yo les dije que en todo el relato falta una parte, falta la comunidad. La trama comunitaria es la única capaz de vigilar, no es la familia ni mucho menos el Estado. Y en ese momento como no estaba en el marco no escucharon mi planteo, no estaba en el vocabulario, sí está la familia disfuncional y el Estado corrupto, no perciben que hay caminos intermediarios, y como no estaba en la grilla mental no hubo eco”.

Segato tiene conceptualizaciones alternativas, nuevas, o al menos poco difundidas en esta parte del mundo. Es que como ella misma explicó “la disponibilidad es escuchar lo que no fue escuchado, creer en lo nuevo”. Otro de los ejemplos ocurre con los suicidios y la demostración a través de estadísticas de que serían epidémicos. Desde ese momento está prohibido para los medios publicar noticias de suicidios. “¿Por qué no pensamos esto para algunos casos de crímenes de género, por ejemplo para las mujeres quemadas?”, nos preguntó la antropóloga.
El encuentro fue una interpelación constante, un re pensar de ideas, una posibilidad para ver las violencias contra las mujeres desde otra perspectiva.
“Si no entendemos las relaciones de género no entendemos nada”, afirmó Segato al concluir el relato de la experiencia que la llevó a ella misma a comprender las relaciones de género, cómo estas son estructuradas a partir de la cultura, la religión, la vida cotidiana; cómo estructuran toda la vida.
“Mi camino empezó con un tema mucho más feliz que los que me convocaron más tarde. Empezó con un estudio sobre una religión afro-brasilera en el nordeste de Brasil arriba de Bahía que se llama Recife. Fue en los años 70 y había un modo de vida muy arcaico y una religión muy mantenida, la religión es como el candombe en Bahía. Mi tema de investigación era la etnopsicología, quería estudiar cómo era la teoría de la psiquis humana en esa religión. En esos momentos todavía no había una antropología de género. Y en el campo me voy dando cuenta que mujer y hombre significan cosas totalmente diferentes que en Occidente. Los hombres de esa comunidad eran muy andrógenos, muy afeminados. Y las mujeres tenían relaciones amorosas con mujeres y también con hombres. Me costó mucho hablar de homosexualidad y heterosexualidad por ejemplo. Hasta la taxonomía está comprometida con el mundo Occidental. Diciendolo mal voy a decir que los hombres eran homosexuales y las mujeres lesbianas. Pero esa una visión totalmente errada. La construcción de género de lo que es la mujer, el varón, la feminidad y masculinidad era totalmente diferente.
Era una comunidad de mujeres poderosas y muy pacíficas, y la política era hablada en términos domésticos. Después de horas y horas de charlas escucho hablar de un solo asesinato, una mujer mató a otra por celos, por dolor de amores, en los 70 años de existencia de esa comunidad un único caso relatado. Y cuando se habla de ese evento más que hablar de un error, un acto criminal, inmoral y antiético hablaban de un acto antiestético, un acto feo. Qué importante que es aceptar la pluralidad de mundos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.