La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

15 de mayo de 2016

El Boom latinoamericano. Alma Leticia León


LAS LECTURAS DE ESOS DIAS 
Alma Leticia León  
Radio BUAP 17-octubre-2011

El  Boom latinoamericano estaba consolidado.  En 1963, se había publicado la obra que posicionó a los autores latinoámericanos en Europa: “La ciudad y los perros”, de Mario Pedro Vargas Llosa. Pero el éxito más grande estaba por llegar con “Rayuela” de Julio Cortázar.
El mexicano, Carlos Fuentes, con su novela “La Muerte de Artemio Cruz” se reafirmaba como  una de las figuras centrales de este grupo,  en 1964 publicó “Cantar de ciegos”, volumen conformado por 7 cuentos en el que presenta un peregrinaje por una tierra hecha de espejismos que retroceden ante el afán del hombre.
Pero, en 1964 el acontecimiento en el mundo literario de México, lo marca la llegada transgresora de un joven de apenas 20 años: José Agustín, quien en ese año se dio a conocer con   La tumba” novela que es narrada por un muchacho de 16 o 17 años. Con esta obra se nació  una narrativa novedosa, cargada de cinismo, de musicalidad, de frescura. Escrita por un joven, dirigida a los jóvenes con el idioma que manejaban los jóvenes, inaugurando así  la Literatura de la Onda.
En el ámbito internacional, el filósofo francés Jean Paul Sartre, dio la nota al rechazar el Premio Nobel de Literatura de ese año.  Luego de grandes especulaciones, fue el propio Sartre quien, en una entrevista a una prestigiada revista francesa explicó “…La mayoría de los diarios me han atribuido razones personales: que estaría herido porque Camus lo había obtenido antes que yo...que tendría miedo que Simone de Beauvoir se sintiera celosa, que a lo mejor era un alma bella que rechazaba todos los honores por orgullo. Tengo una respuesta muy simple dijo: si tuviéramos un gobierno de Frente Popular y que me hubiera hecho el honor de discernirme un premio, lo habría aceptado con placer. No pienso para nada que los escritores deban ser caballeros solitarios, por el contrario. Pero no deben meterse en un avispero…

Si hubiera aceptado el Nobel - y aunque hubiera hecho un discurso insolente en Estocolmo, lo que hubiera sido absurdo - habría sido recuperado. Si hubiera sido miembro de un partido, del partido comunista, por ejemplo, la situación hubiera sido diferente. Indirectamente hubiera sido a mi partido al que se le otorgara el premio; habría sido a él, en todo caso, a que hubiera podido servir. Pero cuando se trata de un hombre aislado, aunque tenga opiniones "extremistas" se lo recupera necesariamente de un cierto modo, coronándolo asi. Es una manera de decir: "Finalmente es de los nuestros". Yo no podía aceptar eso”…Solo se tenia en ese momento, el antecedente del  autor del doctor Zhivago Boris Pasternak, quien en 1958 había rechazado el premio Nobel de Literatura.Estas eran unas de las lecturas de esos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.