Por Ariane Díaz
De todas las hospitalizaciones de niñas de 10 a 14 años, 30 por ciento fue por causas obstétricas (embarazo, parto y aborto), mientras el porcentaje del total de internaciones de adolescentes mujeres de 15 a 19 años por la misma causa fue de 88 por ciento, según un análisis de Ipas México (con base en datos oficiales de la Secretaría de Salud para 2009).
Lo anterior demuestra la enorme vulnerabilidad de ese sector poblacional y la deuda del Estado mexicano con la salud y los derechos reproductivos de sus adolescentes y jóvenes, consideró la doctora Raffaela Schiavon, directora de Ipas México, en su participación en el foro sobre políticas públicas para la salud materna, organizado por el Observatorio de Mortalidad Materna en México y Web 2.0.
Recordó que de todas las muertes en mujeres adolescentes, el 5.6 por ciento fue por causas maternas, lo que representa la cuarta causa de muerte en adolescentes mujeres, después de los accidentes de tránsito, suicidios y homicidios, y antes de cualquier enfermedad o patología, como cánceres, por ejemplo.
La especialista señaló que más que una falta de políticas públicas hay un problema en su operación, toda vez queposturas ideológicas interfieren profundamente, no sólo a nivel federal sino en los estados también, donde los gobiernos conservadores tienen amplio margen para incidir en el uso de presupuesto, en el abasto y distribución de insumos y en el énfasis que ponen o no a los programas de salud reproductiva.
Schiavon apuntó como estrategias fundamentales para la salud maternaaquellas basadas en evidencia y que las organizaciones internacionales sabemos que funcionan, como es la prevención (anticoncepción en adolescentes y anticoncepción después de un parto o aborto), la atención de emergencia obstétrica en hospitales resolutivos y traslados oportunos.
Además consideró primordial que no exista ningún rechazo, pues hay mujeres que pasan de hospital a hospital para morirse al final de un peregrinaje trágicoy la despenalización del aborto o por lo menos la atención digna y oportuna al aborto incompleto.
Consideró que hay retos en la formación y capacitación continua del personal de salud, como enfermeras obstétricas y parteras, que podrían incorporarse a la atención de la maternidad.
En el caso de embarazos en niñas menores de 14 años de edad, la especialista consideró que debería ser tamizado forzosamente para descartar violencia y abuso sexual.
Señaló que a pesar de que no hay una recolección sistemática de esa información, deberíamos investigar de quién se embarazan las adolescentes, si de sus coetáneos o de personas mayores, incluyendo familiares.
Si se trata de abuso, dijo, el caso debería ser manejado de acuerdo a la NOM 046 y debería sistemáticamente informarles de su derecho a la interrupción legal de ese embarazo.
Periódico La Jornada. Domingo 21 de agosto de 2011, p. 34
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