Juan Carlos G. Partida
Guadalajara, Jal.
Autnombrado "el último sobreviviente de lo que se llamó el boom latinoamericano", Mario Vargas Llosa recibió un homenaje por sus 80 años de vida en la apertura del Salón Literario con motivo de la presencia de América Latina como región invitada de honor en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
"El boom ya no existe. Yo soy, en cierta forma, el último sobreviviente de lo que se llamó el boom. Me toca el triste privilegio de tener que apagar la luz y cerrar la puerta", dijo en el insuficiente espacio de Expo Guadalajara para albergar a miles de sus lectores, encantados con la presencia del Nobel.
El encantamiento se convirtió en aplausos, lo que el escritor peruano, naturalizado español, aprovechó para continuar: "Estos aplausos confirman la triste realidad de ser el último. No me arrepiento para nada de haber formado parte de ese movimiento, del que surgieron buenas novelas que hicieron pasar buenos ratos a muchos lectores y que de alguna manera contribuyeron a unir a ese mundo tan desunido, que todavía lo sigue siendo, aunque mucho menos de lo que era hace 30, 40 o 50 años".
Vargas Llosa ofreció una larga conferencia para hablar del boom, el cual –dijo– surgió mucho antes de lo que oficialmente se reconoce, pues desde la época colonial hubo expresiones literarias, entre ellas la de Sor Juana Inés de la Cruz, plagadas de realismo mágico, y que en su momento fueron consideradas atentatorias contra el oficialismo virreinal.
Se detuvo en Jorge Luis Borges, personaje que, recordó, conmocionó a Francia con su erudición y sus relatos fantásticos, llenos de referencias a la literatura y filosofía universal, especialmente a la europea.
Borges deslumbró a la ciudad luz"En una conferencia que dio en la Universidad de la Sorbona, lo sorprendente no era que hubiera mucha gente, sino tantos escritores importantes y destacados de Francia que habían acudido a escucharlo. Habló de literatura fantástica, y su conferencia consistió en hacer pequeños resúmenes en su francés impecable, anacrónico y libresco, terminando con una voz cavernosa, diciéndole al auditorio que se preguntaran si pertenecían a la literatura realista o fantástica".
Dijo que el deslumbramiento producido por Borges en Francia, que en ese entonces era aún el crisol intelectual del mundo, abrió el paso en Europa a la literatura latinoamericana, que antes era considerada casi provinciana.
"La revolución cubana tuvo un efecto enorme en Europa, sobre todo en Francia, que seguía siendo un faro que iluminaba al resto del mundo, no sólo en lo intelectual, sino en lo político. La revolución cubana creó en Europa gran expectativa por querer combinar el socialismo con la libertad, lo que a su vez creó gran entusiasmo y curiosidad, y descubren que ese fenómeno no sólo es de Cuba, sino que en América Latina hay una literatura novedosa y muy ambiciosa", agregó.
Explicó que era un momento en el que además existía un repliegue de la novela europea, que se reduce a lo privado, mientras del otro lado del océano aparecen novelas muy ambiciosas que concilian la novela tradicional con una búsqueda de innovación formal en lenguaje, estructura y formas literarias, un interés que se extiende desde Francia a otros países como Italia, Inglaterra y finalmente España.
Concluyó que al mirar hacia atrás, a sus 80 años de vida, y ver el fenómeno del llamado boom, que "todavía no sabemos lo que fue ni quiénes formaron parte de él", descubre que todo es posible, que todo lo que se soñaba fue creíble, que lo fantástico fue cierto y verdad.
"Y si fue así en el pasado, ¿por qué no podría serlo el día de mañana, no sólo en el ámbito de la literatura sino en el social? Soñar no cuesta nada, por lo pronto apago la luz, cierro la puerta y agradezco su presencia".
El efecto TrumpAyer, en reunión con medios de comunicación, el autor de La ciudad y los perros alertó sobre el peligro que se cierne sobre el mundo, en especial en México y América Latina, por la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
"El peligro inmediato y peor que tenemos es un demagogo populista nacionalista en la Casa Blanca, porque lo que ocurre en Estados Unidos repercute sobre América Latina muchísimo. Somos unos vecinos muy cercanos, no se diga el caso de México, que puede ser brutalmente afectado por las políticas del señor Trump, si las llega a poner en práctica", dijo.
Advirtió que hay que prepararse para lo peor, pues Trump puede sentirse "ensoberbecido" tras imponerse en unas elecciones en las que la prensa, la clase dominante económica e intelectual estadunidense estuvieron en su contra.
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