La Historia de esos días

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La historia de esos días

11 de enero de 2012

Lydia Cacho nos manda una carta sobre el cierre del CIAM Cancún: En pie, por la igualdad y la paz, ni un paso atrás


Queridas compañeras, compañeros y amistades solidarias:


Espero que este año esté lleno de bendiciones para acompañarles en todas sus batallas, que son las nuestras.

Nosotras tuvimos que cerrar el Refugio de alta seguridad Ciam Cancún A.C. Los recursos tan limitados no nos permiten dar los servicios que las víctimas merecen; las presiones de la delincuencia organizada y la debilidad del Estado, aunada a la corrupción del poder judicial, hacen todo más difícil para las compañeras y compañeros que atienden a las víctimas. Mientras tanto el nuevo gobierno estatal retiró todos los fondos para atención a víctimas con ONGs, y como ustedes mejor que nadie saben, la manera en que se asignan recursos para atender a víctimas de violencia de género y Trata, impide la verdadera reinserción social, protección y seguimiento documentado; eso significa que cada vez más donatarias niegan pago de becas para sobrevivientes y el pago de sueldos para las expertas (como si un trabajo tan especializado, por ser llevado a cabo por mujeres y hombres activistas profesionales, debiera ser caritativo y gratuito).

Durante los últimos dos sexenios el gobierno federal implementó un buen programa de profesionalización ytransparencia de las OSC (Organizaciones de la Sociedad Civil) desde INDESOL, el cuál exigió que se desarrollaran Modelos de atención certificados, sin embargo una vez que estos fueron elaborados, los recursos públicos que se bajan por concurso de la Secretaría de Salud federal son asignados no de acuerdo al Modelo de atención profesional, sino por criterios que antagonizan con el verdadero propósito de la atención multidisciplinaria de las víctimas.

En particular el Estado y sus programas de atención a víctimas no dan, desde sus propias instituciones, los servicios adecuados que las víctimas y sus familiares se merecen, y por otro, están forzando a las ONGs a simular servicios para poder recibir dinero público (tal y como las instituciones públicas los simulan), y el equipo de profesionales de Ciam Cancún A.C no está dispuesto a callar ante semejante despropósito.


En el contexto del monotemático discurso de la guerra contra el narcotráfico, la violencia de género ha quedado perdida en las agendas públicas. Cada vez más donatarios, así como los programas del Estado pretenden ayudar a otras causas y, en caso de que apoyen la nuestra, tienden a minimizar y/o erradicar los salarios de las expertas que atienden a las víctimas, prohibiendo pagos por nómina para darles seguro social a las colegas que entregan la vida por la causa y eso imposibilita proteger la salud de las propias personas que defienden mujeres. A la vez el Estado mexicano niega, o simula, sistemáticamente medidas cautelares de protección por las crecientes amenazas de muerte.

Con todo lo anterior  se genera una desigualdad y maltrato hacia los y  las defensoras de derechos de las mujeres y las niñas y niños que nos parece ya insostenible y éticamente inaceptable. No se puede, ni se debe, ayudar a las víctimas victimando a psicólogas, abogadas, enfermeras, médicas, psicólogos especialistas en abuso sexual infantil, rescatadoras y trabajadoras sociales. México no se merece ese tipo de activismo y doble discriminación.

Si el Estado es incapaz de proteger y defender a las víctimas, y la sociedad civil organizada se corresponsabiliza de esa tarea, esta merece el respeto y la posibilidad de saber que los recursos erogados del pueblo para el pueblo, serán utilizados con transparencia y efectividad, siguiendo un modelo multidisciplinario que no re-victime a las víctimas, sino que les acompañe auténticamente a convertirse en sobrevivientes y en personas empoderadas  que conozcan sus propios derechos y ayuden a otras a conocerlos. Sólo así podremos romper el círculo vicioso de la victimización perenne en nuestro país.

Diez años de trabajo rescatando víctimas nacionales y de otros países no son poca cosa. Estamos pasando por un momento de mucha tristeza y un claro sentido de pérdida, pero sabemos que hay que fluir y seguir adelante. No nos daremos por vencidas, sólo buscaremos estrategias diferentes para seguir trabajando sin sacrificios absurdos, con mayor fuerza y seguridad. La congruencia exige que las defensoras y defensores de Derechos Humanos se protejan y defiendan a sí mismos de la misma manera, y en la misma medida, en que protegen a las víctimas a las que ayudan. Ni más ni menos.

Agradecemos profundamente a quienes durante estos años lograron solidarizarse para ayudar a más de 10 mil personas cada año, con donativos especiales y apoyos solidarios, morales y económicos. Cada vida protegida valió todos los esfuerzos, cada esperanza iluminada reaviva nuestra propia esperanza de que eventualmente México será un país libre de violencia, donde la igualdad sea un derecho pleno y no una dádiva excepcional.

Espero que puedan leer el comunicado adjunto para conocer el proyecto con el cuál seguiremos adelante.

A mi nombre y el de todo el equipo Ciam Cancún A.C les mando un abrazo cariñoso, siempre agradecido

Seguimos desde aquí, con lo que tenemos y podemos.
En pie, por la igualdad y la paz, ni un paso atrás.

Lydia Cacho

Fundadora presidenta Ciam Cancún A.C

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