Dudan que los mensajes que recibieron sus amigas hayan sido escritos por ella
Declaraciones coinciden en que su novio Diego Alonso era muy celoso
Aún no determinan las causas de muerte, auque presenta golpes en la cabeza
Por Violeta García / Milenio Puebla
La gente más cercana a Thalía Martínez Ramírez, estudiante de Comunicación de la Benemétira Universidad Autónoma de Puebla (Buap), están bajo investigación por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), al presumirse que entre ellos se encuentra el asesino, quien la abandonó en el mirador de Ocoyucan en la vía Atlixcáyotl.
Ayer, mediante un comunicado, la PGJ confirmó que con las pruebas de ADN realizadas al cadáver hallado se pudo comprobar que se trata de la joven reportada como desaparecida desde el pasado 14 de julio.
Al cumplirse una semana de que el cuerpo de la joven fue localizado en avanzado estado de descomposición y con desprendimiento de algunas partes, y agotarse los Protocolos de Minnesota y Estambul, que consistió en practicar diversas técnicas de investigación forense, los peritos determinaron que se trataba de Thalía Martínez.
Desde el mediodía del viernes los padres de la joven se reunieron con el titular de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DADAI), Fernando Rosales Solís, quien les explicó que las pruebas periciales practicadas al cuerpo confirmaron que se trata de Thalía, y por ello, les va a ser entregado el cuerpo sin que se pueda incinerar debido a que es parte de una investigación, ya que en caso de ser necesario se realizarían otro tipo de exámenes.
Con la necropsia practicada al cuerpo el pasado 22 de julio no fue posible determinar las causas de la muerte, aunque se presumen presenta golpes en la cabeza.
La joven estudiante desapareció el 14 de julio a las 7:15 horas cuando se dirigía a la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Buap para presentar un examen, sin embargo, nunca llegó.
Su grupo de compañeras y amigas desconcertadas porque no llegó al examen, la buscaron y le enviaron mensajes de texto a su celular, pero sólo contestó uno donde presuntamente informaba haberse encontrado con Fabián Sánchez Rivera, un amigo y exnovio originario del municipio de Huamantla, Tlaxcala, también les decía que no se preocuparan, que estaba bien, pero no se ha comprobado que haya sido ella quien redactó el mensaje de texto.
Las horas pasaron y Thalía no regresó a su casa, lo que preocupó a sus padres, quienes le marcaron a su celular sin tener respuesta, comenzando a sospechar que había sido privada de su libertad.
Fue Diego Alonso, su novio, quien presuntamente la vio por última vez un día antes de que desapareciera, y fue él quien reportó ante la PGJ desaparición de Thalía, después de buscarla vía telefónica para saber cómo le había ido en su examen.
La mayoría de los familiares y amistades de Thalía coincidieron, al rendir declaración ante el Ministerio Público, que su novio Diego Alonso era extremadamente celoso y para la familia es el principal sospechoso de la desaparición y posterior homicidio de la joven.
El grupo especializado en homicidios y también de la DADAI de la PGJE se encargan de identificar al o los responsables del asesinato de Thalía, quien se caracterizó por tener un promedio académico aceptable, ser amigable y tener buena relación con sus padres, por esa razón sus amigos se encargaron de hacer carteles, spots y páginas en redes sociales como Facebook para buscarla.
Ahora las autoridades ministeriales tienen la responsabilidad de encontrar a los responsables del homicidio, determinar el móvil y las circunstancias en que se cometió el crimen.
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