El 10 de noviembre del 2009, en Puntual diario se publicó un reportaje de nuestra compañera Kara Castillo que cimbró a la opinión pública de Puebla: “en esta entidad hay más mujeres desaparecidas que en estado de Chihuahua”. Los datos sólidamente fundamentados, fueron replicados en casi todos los medios. El tema llegó al Congreso estatal y retomó los datos en su campaña el actual gobernador electo, Rafael Moreno Valle. En casi todos los casos, no se le dio crédito a la autora.
A un año de su publicación, el tema sigue vigente y las autoridades siguen sin dar una respuesta. Por ello, Sicla Púrpura lo publica íntegramente hoy con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Desaparición de mujeres, archivo muerto en la PGJ
En el primer semestre de 2009 hay 569 casos denunciados
Kara Castillo
Según los registros de la Procuraduría General de Justicia que la Comisión de Acceso a la Información obligó a transparentar, del 2005 al 2009, 3 mil 323 mujeres están a la fecha reportadas como “perdidas”. Se trata de jóvenes menores de 30 años que destacan estadísticamente en el informe, seguidas de niñas. América Soto, directora del Instituto Poblano de la Mujer, omitió cualquier declaración respecto a este hecho.
Las cifras poblanas en cuanto a desapariciones femeninas superan a las de Chihuahua. La organización “Nuestras Hijas de Regreso a Casa”, principal organización no gubernamental que ha dado constante seguimiento a los casos, denunció en los primeros 3 meses del 2008, 40 desapariciones. Puebla registró en el mismo periodo 256. En el 2009 la tendencia es la misma, hasta mayo en Ciudad Juárez la fatídica lista de desapariciones ocupaba 14 lugares. Puebla tiene reportadas hasta el 21 de julio de este año 569 mujeres con paradero desconocido.
En febrero de este año, este medio presentó una solicitud de acceso a la información pública con el número PUE-2009-000119 para conocer el número de desapariciones y asesinatos dolosos de mujeres sin resolver en el estado a la Procuraduría General de Justicia. El último día que se cumplía el plazo, la PGJ informó la ampliación del plazo para atender los resultados. 15 días después argumentó: “le comunicamos que no es posible dar cumplimiento a su petición pues ésta tiene carácter de reservada”. Se argumentaban los artículos 12 y 14 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información, es decir, la negativa tenía que ver con “la difusión de datos personales, prejuicio en las investigaciones y averiguaciones previas y un potencial peligro en la prevención del delito”.
Fue necesario el recurso de revisión interpuesto ante la Comisión de Acceso a la Información y la intervención del comisionado Antonio Juárez Acevedo para revertir los argumentos, así, se trasparentaron los registros que revelan el nombre de la desaparecida, la edad, la fecha del reporte, “el folio” (que guarda el expediente aún sin resolver) e incluso se ofrece el número progresivo que llega a los 3 mil 323 pero se omite el lugar de residencia y de la desaparición.
En 2005 se registraron 61 desapariciones que en 2006 se duplicaron, 137 expedientes fueron abiertos.
Pero las cifras se dispararon en el año 2007 que despuntó con mil 402 casos, destacan las edades de jóvenes de entre 13 y 29 años. Para el 2008 el reporte continuaba con más de mil casos, 1 mil 154.
En el primer semestre 2009 fue el más siniestro, 102 casos se reportaron sólo 4 mujeres mayores y 98 jóvenes desaparecieron.
En enero se abrieron 84 expedientes, febrero contó con 69, marzo 88, abril 76, mayo 89 y julio 61.
Para Lourdes Pérez Oseguera, directora del Observatorio social de Violencia de Género e investigadora en la Universidad Iberoamericana, esta situación se viven en el país entero, donde las pautas sistemáticas de violencia brutal e indiferencia afectan a las mujeres en sus diversos ámbitos de acción, ya sean privados o públicos.
Los constantes asesinatos y desapariciones de niñas y mujeres hablan de lo que se ha denominado feminicidio, asesinatos de mujeres agravados por la actitud omisa e ineficiente de parte de las autoridades encargadas de investigar y castigar, entre otras características.
A nivel nacional, la Fiscalía de Feminicidios reconoce que las delaciones por mujeres desaparecidas se incrementan silenciosamente en Chihuahua, Estado de México y Distrito Federal. La fiscalía de esta última entidad reporta cuatro mil 188 casos en el periodo 2000-2007, mientras que en el Estado de México se documentan 877.
Un destino posible
La zona metropolitana de Puebla y la región de Atlixco son consideradas como puntos rojos a nivel Latinoamérica, por la trata y explotación sexual de mujeres menores de edad por especialistas.
En la capital del estado, la región aledaña a Tlaxcala se convirtió en un refugio para muchos explotadores, debido a que encuentran el anonimato ante la falta de operativos por parte de las autoridades han declarado a este diario miembros de la organización como Centro de Derechos Humanos, Fray Julián Garcés.
El responsable del programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana Puebla, Óscar Castro Soto, estimó que al menos cada medio año se registran 10 nuevos testimonios de explotación sexual de menores en la región de Puebla que no son seguidos por las autoridades.
Comentó que en Puebla se tienen registradas tres formas en los que los tratantes enganchan a las menores de edad que provienen de la propia región o llegan de otras entidades del sur del país y de naciones centroamericanas: la primera es a partir del enamoramiento, la segunda está relacionada con el rapto y la tercera es la compra-venta de personas.
“Son tres modos fundamentales en que operan, hay un grupo de personas que aprenden a enamorar a las niñas, a las adolescentes y las van engañando para que sean después prostituidas en la ciudad de Puebla o en otras ciudades como Guadalajara, Tijuana o San Francisco, en los Estados Unidos; otra modalidad es el rapto, y eso está vinculado con secuestro de migrantes y la otra es la compra-venta de personas a partir de acuerdos con redes de Centroamérica,” apuntó Castro Soto.
En el marco de la firma del acuerdo de cooperación para la realización del Segundo Congreso Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas entre la Ibero Puebla, la Universidad de Buenos Aires, Argentina y organizaciones civiles, la integrante del Centro de Estudios Sociales y Culturales “Antonio de Montesinos”, Raquel Pastor Escobar, explicó que la trata y el tráfico de personas es un fenómeno que va en aumento, derivado principalmente de la situación económica.
Teresa Ulloa, directora de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y El Caribe (Catwlac) ha recibido en México este 2009, 15 mil denuncias de mujeres y niñas desaparecidas. “La sociedad ha perdido confianza en las autoridades y cada vez acuden más a nosotros”, y pidi ó que la ley mexicana sobre robo de mujeres y desapariciones se modifique para abarcar también la trata interna.
De acuerdo con la dirigente, los principales destinos de las mujeres y niñas con las que se trafica para explotarlas sexualmente son Estados Unidos, Canadá, España, Holanda, Japón y Alemania. Los estados con mayor incidencia son aquellos que hacen frontera y los puntos turísticos en la costa, refiere.
Para Ulloa, hay una ignorancia sobre cómo opera el delito y las redes internacionales, se carece de un mapa del fenómeno y no se tienen claras las rutas ni la magnitud”
Según sus datos, en todo el país hay cerca de cinco millones de personas dedicadas a la prostitución, una cifra que va en aumento por las condiciones de pobreza en las que se interna cada vez más México.
“El crimen organizado está operando impunemente la trata, sobre todo con lo referente a explotación sexual, porque lo ven como más redituable y seguro que el tráfico de drogas”.
La coalición, que opera en quince países del continente americano, tiene un sistema de “alerta roja” para denunciar ante las autoridades los casos que se les reportan, una vez se confirman estos. El sistema contempla la insistencia reiterada a las autoridades si no se reciben noticias de una desaparecida.
Ulloa apuntó que la legislación es deficiente sobre la trata porque sólo se contemplan sanciones penales y no la prevención ni la atención a las víctimas.
Ambos especialistas se pronunciaron porque se realicen verdaderos operativos por parte de las autoridades y el delito sea perseguido de oficio, y no sea necesaria una denuncia formal para que comiencen las investigaciones.
ESTADOS Y FEDERACIÓN
EN LA INCAPACIDAD
Las políticas públicas de la Federación, estados y municipios son “insuficientes para controlar la violencia contra las mujeres, los asesinatos y las desapariciones”, afirma el Observatorio Ciudadano del Feminicidio (integrado por 42 asociaciones civiles), que entre enero de 2006 y agosto de 2007 registró mil 931 homicidios dolosos contra mujeres en México.
El Estado de México se mantiene a la cabeza en la lista de mujeres asesinadas en el país, en el periodo 2005-2008, con 573 casos. Le siguen Distrito Federal, con 427; Chihuahua: 360; Veracruz: 282; Chiapas: 275; Jalisco: 214 y Quintana Roo: 141. Autoridades de Guerrero, Oaxaca, Puebla, Michoacán, Baja California, Zacatecas, Tamaulipas, Querétaro, Yucatán, Durango, Colima, Quintana Roo y Baja California Sur mostraron opacidad para entregar estadísticas.
El estado de Quintana Roo también muestra un incremento considerable en los últimos dos años: en 2007, 36 mujeres fueron asesinadas, pero en 2008 la cifra se duplicó (64). En Coahuila, el aumento fue de 14 a 26 homicidios dolosos en las mismas anualidades. En Veracruz, de 62 a 96 casos.
En 2008, Chihuahua reportó 187 crímenes de este tipo, colocándose por encima del Estado de México (176) —a pesar de que éste duplica la tasa poblacional—. Veracruz registró 96 casos; el Distrito Federal: 92; Jalisco: 57, y Chiapas: 45, con base en información de las procuradurías estatales de Justicia.
La violencia contra las mujeres continúa imparable en el país. Más de seis mil mujeres cayeron a manos de asesinos entre 1999 y 2005; cuatro víctimas por día en promedio, revela la investigación diagnóstica sobre la violencia feminicida en la República Mexicana, elaborada para sustentar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. De acuerdo con el estudio, a cargo de la Comisión Especial de Feminicidios de la pasada LIX Legislatura federal, más de mil 200 mujeres fueron asesinadas tan sólo en 2004.
Los problemas pasionales lideran la estadística, pues los agresores suelen terminar con la vida de sus parejas sentimentales y sus hijos o hijastros. Y es que en promedio, en el ámbito nivel nacional, “cada día durante los últimos 30 años son asesinados dos menores de 14 años”, revela la Organización de las Naciones Unidas (ONU): “El 70% de la violencia contra niños y adolescentes tiene lugar en el entorno familiar”. 186 menores de edad fueron asesinados en Chihuahua en 2007 y 2008: de 56 homicidios en 2007, la cifra se disparó a 130 el año pasado. En el mismo periodo, en el Estado de México se registraron 173 casos; en Chiapas, 150; Distrito Federal, 88; Guanajuato, 56, y Jalisco, 54. La estadística incluye recién nacidos.
UNA LEY INOPERANTE
Funcionarios de las procuradurías estatales de Justicia negaron las estadísticas de homicidios dolosos contra mujeres en Guerrero, Oaxaca, Puebla, Michoacán, Baja California, Zacatecas, Tamaulipas, Querétaro, Yucatán, Durango, Colima, Quintana Roo y Baja California Sur.
La Cámara de Diputados aprobó en 2007 la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que establece la coordinación entre Federación, estados y municipios para prevenir, sancionar y erradicar la violencia. Los principios rectores son igualdad jurídica entre la mujer y el hombre, respeto a la dignidad humana, no discriminación y libertad. No obstante, legisladores se negaron a tipificar el delito de feminicidio, que va en aumento.
Al respecto, las 32 legislaturas estatales ya aprobaron las leyes, pero solamente seis han publicado los respectivos reglamentos para la entrada en vigor. El estado de Querétaro, por ejemplo, aprobó la ley en 2008, pero el gobernador Francisco Garrido Patrón aún no ordena la publicación del reglamento.
En la misma situación se encuentran 25 estados, mientras la violencia contra las mujeres recrudece. “Es necesario acelerar el paso porque sólo seis entidades federativas como Aguascalientes, Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí, Yucatán y Distrito Federal cuentan con el reglamento de dichas legislaciones
El Banco Nacional de Datos —para conocer la realidad de la violencia hacia la mujer— también continúa pendiente, cuando debía estar listo desde marzo de 2008. Al respecto, Rocío García Gaytán, titular del INMujeres, asegura que este año estará terminado, aunque no hay fecha para conocer las primeras estadísticas.
HOMICIDIOS, SIN RESOLVER
El fenómeno de violencia en contra de la mujer no es exclusivo del estado de Chihuahua. Creemos que la impunidad con la que se han caracterizado los asesinatos en dicho estado, ha fomentado que este problema se presente de igual o incluso mayor magnitud en otros estados de la República. Según los datos recopilados por la Comisión Especial para conocer y dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los feminicidios en la República Mexicana, perteneciente a la Cámara de Diputados, compuestos a partir de la información proporcionada por algunas procuradurías estatales, los asesinatos de mujeres a nivel nacional se totalizan en aproximadamente 900 en el año 2004. El Instituto Nacional de la Mujer estima que al menos 126 ciudades del país registran una serie de asesinatos violentos en contra de mujeres. En Puebla las cifras continúan en las sombras.
En el mes de julio, con la Averiguación Previa 728/2009/Tecamachalco, en un rutinario acto de Levantamiento de Cadáver se daba cuenta que a las 04:00 horas, en la barranca “El Viboreado”, perteneciente a la Purísima de Bravo, en Tecamachalco, Puebla, se encontró el cuerpo de Guadalupe López Rosas, de 73 años de edad. El dictamen aduce que falleció por shock hipovolémico secundario a heridas por instrumento punzo cortante. “Presenta 7 lesiones, 4 en la espalda y 3 en el torax”, explicaba el documento.
Su hijo y su hermano la identificaron, lo único que sabían es que el día 16 de julio del presente año alrededor de las 15:00 horas, fue a llevar de comer a su esposo “al rancho”, quien dice, nunca llegó.
En lenguaje de la PGJ se concluyó: “Al querer dar aviso a las autoridades por desaparición de persona les informan que las características proporcionadas coinciden con la persona encontrada en el lugar antes mencionado”.
No habían pasado una semana cuando la Averiguación Previa 108/2009/TEHUITZINGO, redacta que a las “12:00 horas, en el Km. 130 de la carretera Internacional México- Suchiate a la altura del tramo Palomas Acatlán, Pue., del sexo femenino, de aproximadamente 50 años de edad, quien se encuentra en calidad de desconocida número 3, falleciendo por asfixia por estrangulamiento. La occisa es de complexión robusta, tez morena, cabello corto, lacio, vestía blusa color verde, falda negra, ropa interior rosa”
Dos párrafos fueron usados para explicar que a las 10:30 horas del 17 de julio del año en curso, el cadáver de una mujer fue encontrada por el inspector de la población Nuevos Horizontes, quien al circular por dicha carretera se percata de la occisa, por lo que da aviso a la policía municipal de ese lugar. Desconociéndose la mecánica del hecho.
NO ESTÁN TODAS LAS QUE SON…
La Procuraduría General de Justicia afirma que la lista de asesinatos de mujeres no resueltos en el estado desde el año 2000 son 15 casos señalados como Homicidios, Homicidios calificados y Homicidios dolosos.
En 2002 existe un Homicidio “en integración” con el expediente 141/2002/AEHOM.
En 2003, los Homicidios Dolosos que corrieron la misma suerte fueron 2, 107/2003/AEHOM Y 113/2003/AEHOM
El 2004, según la PGJ, la averiguación previa 26/2004/ AEHOM del homicidio calificado aún está integrándose. En 2005, 4 expedientes, 1 homicidio calificado y los demás dolosos, tampoco se han esclarecido, así como el del 2007, único caso de Homicidio Calificado en ese año.
Los 3 Homicidios Dolosos en 2006 ni los 3 homicidios Calificados del 2009 han tenido más avance que los de la escena criminal.
Llama la atención un caso de 2006 con el expediente V. 127/2006/EH/2, DICTAMEN 611, y del que se ha tenido algún seguimiento de parte de este medio, que no aparece en la lista de “pendientes de la PGJ”
El cuerpo desnudo de una mujer fue encontrado sin vida en el baño del Hotel Reforma, 4 poniente 916, colonia Centro.
Vecinos refirieron a reporteros de la fuente, que podría tratarse de una prostituta, pues se sabía que en el lugar eran violentadas. La explicación de la dependencia presentaba, por lo menos en los pocos datos que ofrecían, algunas inconsistencias pues según la explicación, ella se habría suicidado con una agujeta de color negro.
La integración previa decía que la agujeta había causado “ASFIXIA MECANICA POR AHORCAMIENTO”
Los medios en ese año tuvieron acceso al dictamen que informaba “SURCO DE ESTRANGULAMIENTO DE 25CM DE LONGITUD DE 1MM DE PROFUNDIDAD Y 1MM DE ANCHO INCOMPLETO, DIRECCION HORIZONTAL UBICADA A LA ALTURA DEL CARTILAGO TIROIDES MANZANA DE ADAN, DECOLORACION NEGRUSCA DE ADELANTE HACIA ATRÁS Y DE ABAJO HACIA ARRIBA. SURCO ESCORIATIVO DE 32CM DE LONGITUD, 1MM DE ANCHO, 1MM DE PROFUNDIDAD DE ADELANTE HACIA ATRAS Y DE ARRIBA HACIA ABAJO, EXISTE UNA SEPARACION ENTRE AMBOS SURCOS DE 1CM”
Sobre la vestimenta —por eso se dedujo que se encontraba desnuda— sólo se refirió:
“CUERPO SOLO CON PULSERAS DE 3 HILOS COLOR AZUL, UNA PULSERA METALICA. EN LA ARTICULACION DE LA MANO DERECHA Y ARTICULACION DE LA MANO IZQ. UNA PULSERA DE HILO COLOR NEGRO, UNA PULSERA DE COLOR AZUL Y UNA PULSERA DE COLOR BLANCO”
Medía 1.50, era de complexión regular, de raza mestiza, tez morena clara, el cabello era largo, lacio y abundante, dentadura completa y mentón oval. Y es todo lo que se sabe.
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