La Historia de esos días

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La historia de esos días

9 de agosto de 2011

¡Atásquense, pederastas!

EL POZO DE LOS DESEOS REPRIMIDOS
Por Álvaro Cueva*
“El gran show de los peques” no es un programa de televisión, es una amenaza social y lo que me da miedo no es que exista sino la enorme recepción que tiene por parte del público y los anunciantes.
Esto significa que eso es lo que queremos, lo que nos gusta, lo que somos. ¿A usted no le da vergüenza? A mí, sí. Mucha.
Por si usted no tiene ni la más remota idea de lo que le estoy escribiendo, ¿qué es “El gran show de los peques”? 
El nuevo programa de los domingos por la noche de XEW-TV, el que está en el lugar que alguna vez ocupó “Siempre en domingo”, el más importante, el mejor.
Es el primer derivado de “Pequeños gigantes”, una emisión donde los finalistas de aquel festival infantil están recibiendo la oportunidad de desarrollar su talento cantando, bailando, actuando y haciendo reportajes.
No me pregunte cuál es la relación entre cantar, bailar, actuar y hacer periodismo pero para los responsables de esta monstruosidad son lo mismo.
¿Por qué le digo que esto es una amenaza social si se supone que es algo más o menos como lo que ya se había hecho antes con “Chiquilladas”?
Porque aquí, a diferencia de “Chiquilladas”, se exhibe a los niños como animales de feria, porque se les obliga a decir y a hacer cosas que no entienden, y porque se abusa de su situación de pobreza, ignorancia e inocencia para hacer un espectáculo perverso.
¿A usted no se le hace perverso preguntarle a un niño de edad pre-escolar, en público, qué es una próstata, para provocar que la gente se ría?
¿A usted no se le hace sucio que un niñito se quite la camisa en un “show” de televisión para hacer movimientos cachondos y que la conductora, en lugar de pedirle que se le ponga, le diga: “¡Quítatela!”?
¿Qué va a ser de esos pequeños cuando sean adultos? ¿Qué van a sentir cuando se den cuenta de que los pusieron a hablar de “meadas”, “bubis” y “menopausias”?
¿Esto es lo que queremos hacer con nuestros menores de edad?
Ahora, no nos confundamos, “El gran show de los peques” no es como “Chiquilladas”.
Allá los niños cantaban temas infantiles y hacían unos sketches totalmente blancos que iban de los personajes de los cuentos de hadas a parodias de ciertas caricaturas y programas de televisión, pero siempre con una supervisión extrema.
¿O qué, alguna vez escuchó usted a Anahí, cuando tenía cinco años, aventarse un albur? ¿Usted se acuerda de Pituka y Petaca moviéndose como edecanes de burdel? ¿A usted le tocó escuchar a Lucerito cantando temas para adultos?
Columna tomada de Milenio Diario

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