La Historia de esos días

La Historia de esos días

La historia de esos días

25 de julio de 2011

Feminicidios, realidad


Nada Personal

Pablo Ruiz Meza*

El periodista Carlos Gómez fue de los primeros reporteros en hacer pública la desaparición de Thalía Ramírez Martínez, la estudiante de la Facultad de Comunicación de la BUAP.
Una semana después la PGJE informó del hallazgo de un cuerpo sin vida de una mujer –no precisó el promedio de la edad– y de inmediato versiones periodísticas insinuaron que se trataba de la estudiante de Comunicación reportada por su familia como desaparecida.
Independientemente del resultado de los estudios de ADN para determinar identidad genética, aunque todo indica que se trata de Thalía, no puede limitarse a un hecho más de violencia.
En junio pasado, agentes del Ministerio Público adscrito a Tepeaca, realizaron el levantamiento de cadáver de una mujer en un predio de acceso al municipio de Acatzingo, hallada sin sus prendas de vestir.
Antes, en marzo, dos mujeres, al parecer empleadas de algún giro negro de Tehuacán o Ciudad Serdán, habrían sido presuntamente asesinadas en territorio poblano y tiradas en un paraje de la población de Acultzingo, en el estado de Veracruz, de acuerdo con reportes periodísticos.
Otras mujeres más, este año, han sido halladas muertas por hechos de violencia en otros municipios como Tepeaca, Tecamachalco y la ciudad capital.
No se trata de hechos aislados, en la entidad poblana crece silencioso el fantasma de los feminicidios, y las autoridades respectivas locales han preferido enterrar las cifras y los expedientes de las víctimas, en las tumbas de las muertas.
Al primer semestre del 2011 la cifra oficial y extraoficial –aun no revelada– confirmará una creciente espiral de asesinatos y desapariciones de mujeres poblanas.
Al menos 676 mujeres desaparecieron entre 2000 y 2010, de las cuales 64.2 por ciento tenía entre 10 y 24 años de edad al momento de su extravío, denunció la comisión especial de la Cámara de Diputados para el seguimiento de feminicidios.
Con base en cifras del Registro Nacional de Personas Extraviadas, de la Secretaría de Seguridad Pública, la comisión legislativa remarcó que la juventud de las mujeres desaparecidas contrasta con la edad de los varones perdidos en ese mismo lapso: entre 29 y 40 años.
De no corresponder a Tahlía el cuerpo sin vida hallado a un lado de la Atlixcáyotl, la sola existencia del cadáver, confirma la hipótesis de los feminicidios en Puebla.
*Director de Milenio Puebla

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.